En un sondeo realizado por el Diario dela Juventudde China, en el que participaron 6.354 personas, 53,7% de los encuestados mencionaron que su confianza en los productos lácteos extranjeros se ha visto afectada por el brote de botulismo de Fonterra, si bien los demás se mantienen cautelosos ante los productos domésticos. Del total, 58,2% cree que el pueblo chino confía ciegamente en la calidad de los productos lácteos extranjeros a pesar de una serie de problemas de calidad ocurridos en los últimos años, según consignó el Inale.
Alrededor de 55% de los encuestados señaló que no comprará los productos de leche en polvo de las marcas relacionadas con la contaminación, revela el sondeo.
Sin embargo, 43,9% de los encuestados sigue confiando más en los productos extranjeros que en los nacionales, mientras que sólo 10% prefiere las marcas nacionales. La confianza de la ciudadanía en las empresas domésticas del país se vio muy dañada en 2008, cuando la leche en polvo contaminada con melamina causó la muerte de seis bebés y enfermó gravemente a otros miles. Desde entonces, los productos chinos a menudo están bajo sospecha de no ser seguros o de ser de mala calidad. Sin embargo, en opinión de los expertos, el estereotipo es infundado, ya que la calidad de los productos chinos ha mejorado enormemente en los últimos años.
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