En diálogo con El Observador, el representante legal de la empresa -que ha participado de las negociaciones en el Ministerio de Trabajo junto al gremio-, Juan Diego Inthamoussu, reconoció que la empresa “no es ajena a otras empresas del sector. No está en una buena situación como es de conocimiento público. Esto se debe a numerosas causas: alto costo de las materias primas, costo de la mano de obra, caídas de mercados (como el venezolano) y endeudamiento por importante y necesaria inversión”, explicó el abogado de PILI.
El representante legal de PILI aclaró que “lo único” que la empresa acordó con el sindicato de trabajadores de esta industria (Osepi) en una reunión en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) el pasado 30 de noviembre, fue la de abonar en 4 cuotas el medio aguinaldo de diciembre. La primera cuota pagó el 20 de diciembre. “Tampoco es cierto que la empresa dé como razón que los ‘bancos no le dan dinero’”, dijo Inthamoussu.
“La relación y el diálogo con el sindicato es muy buena, con reuniones semanales en Paysandú. También, el proceso de reestructura -por mudanza a la nueva planta, que tuvo muchas instancias de negociación- , ha sido elogiada por las autoridades del Ministerio de Trabajo”, añadió.
Inthamoussu recordó que la industria de capitales nacionales “debió efectuar una importante inversión (aún en proceso de amortización) en una nueva planta para poder competir en el mercado internacional de los quesos y por exigencias gubernamentales (pues la vieja planta se encontraba en el centro de la ciudad de Paysandú)”. El representante de PILI aseguró que la empresa ha pagado los salarios dentro de los plazos establecidos por la ley. “Por eso, sorprendieron a la empresa las declaraciones de (Jorge) Beschizza, representante de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea, pues los salarios de noviembre se pagaron el 8 de diciembre”, afirmó.