Estudiantes de la escuela María Cadilla de Martínez, en Arecibo, muestran sus dotes culinarios en el curso ocupacional agrícola ofrecido en el plantel.
Arecibo. Natalie Jiménez Pantojas tiene 17 años y planea estudiar enfermería, pero al mismo tiempo sueña con montar su propio negocio de quesos y otros productos derivados de la leche.
Ella es parte de un grupo de estudiantes de la escuela superior Dra. María Cadilla de Martínez que, lejos de tomar clases de bellas artes o educación física, tuvieron la oportunidad de adentrarse al mundo de la elaboración de productos lácteos a través de un innovador curso ocupacional agrícola que se ofrece en ese plantel.
Por los pasados tres años, Natalie ha aprendido sobre los diferentes procesos químicos y físicos que pueden transformar la leche de vaca (o de cabra) en una exquisitez culinaria como lo son los yogures con sabores tropicales como la papaya, el mangó, la piña y el mamey.
“Estos tres años han sido inolvidables. He aprendido mucho y sé que todo esto me va ayudar mucho en el futuro”, comentó la joven, mientras preparaba junto a sus compañeras de clase, Caroline y Keren, una nueva ronda de queso fresco.
“De verdad que cuando entré al taller no tenía ni idea de cómo era que se hacían los quesos o el yogur, pero la experiencia ha sido muy buena. Aprendimos muchas cosas, como las diferentes formas de pasteurizar la leche y otras técnicas”, manifestó, por su parte, Caroline.
Pero quizás la parte más importante de este curso es la oportunidad que les brinda a los estudiantes de crear y darle forma a una idea que los lleve a convertirse en profesionales en el futuro, pues no tan solo aprenden a trabajar en la cocina, sino que también adquieren otras destrezas que son aplicables en el ambiente laboral, particularmente dentro del mundo del empresarismo.
“Con este curso estamos fomentando la independencia de los estudiantes y les estamos dando las herramientas para que en un futuro puedan integrarse al mundo profesional. Este programa es muy importante porque les da la oportunidad a muchos estudiantes que quizás no tendrían otra alternativa en el ambiente profesional de tener, entonces, una experiencia en lo que es la industria de la confección de alimentos”, indicó la directora escolar Gladys Sánchez Santiago.
Exitoso programa
Desde su inicio en el 2010, el programa de Elaboración de Productos Lácteos ha graduado a decenas de estudiantes de la mencionada escuela superior.
La profesora Carmen Rivera Medina, creadora del curso, destacó la importancia de insertar a los jóvenes al mundo de la producción agrícola como manera de contrarrestar la posibilidad de una crisis alimentaria.
“En este curso los estudiantes no tan solo aprenden lo que es el mundo de la producción de leche, sino que también aprenden lo que es la transformación de la leche a otros productos. Los estudiantes se llevan un conocimiento del mundo de la ganadería de leche, cómo se forma, cómo se trabaja… y cómo transformarla y darle ese valor añadido”, sostuvo.
“Lo más importante es que les enseñamos a cómo sacarle provecho a la materia prima para convertirla en un producto que puede tener mucha demanda”, apuntó.
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