La entrada al país de leche evaporada ha provocado un efecto dominó en los productores de leche grado C en la provincia de Veraguas.
La empresa Nestlé Panamá dejará de comprar la leche que se produce en cuatro rutas establecidas en la región veragüense, y que utiliza para la producción de leche evaporada.
Esta reducción en la compra pone en riesgo una actividad de la que dependen unos 5 mil 500 productores en el país.
El litro de leche grado C, que se utiliza también para producir leche condensada y en polvo, así como queso procesado, se paga al productor a 38 centésimos el litro.
La multinacional informó que “la importación de sucedáneos de leche por parte de terceros ha provocado una baja en el consumo de ciertas líneas de sus productos lácteos”. “En el país se está comercializando una leche como evaporada, cuando en realidad es una bebida con saborizante y colorante que simulan la leche”, denunció Euclides Díaz, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Ganaderos.
El producto que se importa incluye entre sus ingredientes leche semidescremada, una mezcla con lecitina de soya, saborizantes y colorantes que hacen que el costo de producción sea más bajo. En 2016 se produjeron en el país 76.6 millones de litros de leche grado C.
Nestlé lideró la compra, con 31.2 millones de litros; seguido por Prolacsa, con 12.6 millones de litros; y las queserías. En Panamá se consumen unos 340 millones de litros de leche al año. Chiriquí, Los Santos y Herrera son las provincias de más producción.
Este diario intentó obtener una versión del Ministerio de Desarrollo Agropecuario sobre las políticas de importación, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta del ministro Eduardo Carles.
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