Las dos organizaciones de productores lácteos (OPL) reconocidas legalmente en Galicia son Aprolac y Unión Leiteira Galega (Ulega), ésta última impulsada por Unións Agrarias, y son las únicas habilitadas para poder negociar con la industria y firmar contratos para el suministro de leche. Desde el inicio de esta campaña ambas agrupaciones funcionan en una operadora conjunta para ganar fuerza de presión en la negociación de los precios. La conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, ya apostó en varias ocasiones por la creación de «una única organización de productores lácteos fuerte» con capacidad de negociar las tarifas. Pero aún así, en Galicia las organizaciones de productores no han conseguido negociar un solo kilo de leche de sus asociados ni firmar ningún contrato con las empresas.
La Comisión Europea (CE) en respuesta a una pregunta a la eurodiputada de AGE Lidia Senra sobre la aplicación del paquete lácteo señala que mientras en la comunidad gallega «las organizaciones de productores no entablaron negociaciones colectivas que abocasen en entregas», en España el volumen con acuerdo entre OPLs e industrias pasó del 4% al 12% entre 2013 y el año pasado.
El secretario xeral de Unións Agrarias (UUAA), Roberto García, aclara que este aumento a nivel nacional se corresponde a las negociaciones llevadas a cabo sobre todo en Andalucía y Castilla-La Mancha donde solo dos industrias se reparten el mercado y tienen que negociar.
En el caso de Galicia, denuncia que es imposible llegar a acuerdos porque la industria es la que «impone el precio de la leche y amenaza a los ganaderos con dejar de recogerle el producto si no aceptan su producto».
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