Mantener a su hija de 8 años se ha vuelto más difícil desde noviembre pasado para Mery Tirado, una joven madre soltera del sector La Berbenita, de San José de Raranga, en el cantón Sígsig, provincia del Azuay. Ella se siente perjudicada por la significativa disminución del precio del litro de leche en la provincia.
“Tierras tenemos, pero aquí falta agua, tecnología y capacitación, por mucho que nos esforcemos por mejorar la calidad de nuestra leche, siempre habrá quien tenga mejor producto y explotadores que se aprovechen”, reclamó Tirado.
Lo dijo luego de que los intermediarios, quienes les compran el producto, adujeran que la baja calidad es la razón por la que ahora puede costar hasta $ 0,30 el litro de leche, mientras que antes recibían hasta $ 0,47.
La situación de Tirado se repite en cientos de productores de esa y otras comunidades, quienes piden colaboración de las autoridades para lograr mejorar su producción, con la provisión de agua y de capacitación, además de la realización de controles para que se les pague un precio justo.
En la comuna Shiña, del cantón Nabón, hace cinco años 70 familias crearon con mucha expectativa la asociación de pequeños productores de leche Sumak Kawsay (Buen Vivir), con la intención de mejorar la calidad y los ingresos que percibían, pero al momento también tienen complicaciones.
Los miembros de esta organización recolectan al día mil litros de leche en la planta de enfriamiento de la entidad y, según Arnoldo Sagvay, presidente de esta, los compradores repentinamente empezaron a argumentar que hay acidez en la leche y que por ello, en la primera mitad de noviembre, dejaron de adquirirla.
Los socios trataron de mejorar el proceso de recolección de leche para evitar la baja calidad por la posible contaminación de bacterias y decidieron elaborar quesillo, pero ningún comprador aceptaba el producto. Ese mes registraron pérdidas.
“El comprador pagaba $ 0,45 el litro a la asociación y se daba $ 0,41 a los socios y al resto de la comunidad, que nos ayudaba a recolectar los mil litros. Con los $ 0,04 restantes pagábamos sueldo, el 1% al SRI y mantener la planta”, dice Sagvay.
Desde diciembre pasado, el intermediario volvió a comprar la leche en este sector, pero a $0,39, que, aseguran, no les alcanza para cubrir sueldos ni el Impuesto a la Renta, tampoco para el mantenimiento.
Señalan que, a ese precio, empezaron a vender otra vez diariamente su producto, pero que los intermediarios continúan argumentando que es de baja calidad, por lo que no les pagan el mismo precio de antes.
En Paván, Nabón, unas 30 familias, con asesoría del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) buscan desde hace cuatro meses formar una organización con personería jurídica, según Alfonso Morocho. “La calidad de nuestro producto baja si no tenemos recipientes adecuados para guardar hasta que llegue el comprador y la leche se corta, debemos mejorar el manejo y la calidad”.
Sandra Jiménez, de la Asociación San Luis Beltrán, comuna La Dolorosa, en Ludo, Sígsig, dice lo contrario. “Nos capacitamos con Agrocalidad y el Magap, compramos recipientes, mejoramos el follaje y los pastos; cuidamos más a nuestras vacas y sus crías; tenemos mejores prácticas de higiene y nos llegaron a pagar hasta $ 0,47 el litro, pero ahora nos pagan hasta $ 0,30, no es justo”, señala.
En sectores vecinos como La Berbenita y La Esmeralda, de San José de Raranga, no hay organizaciones de productores lácteos. “Por eso nos abusan más”, manifiesta Mery Tirado.
Los dueños de hasta cinco vacas son los que más complicaciones enfrentan, según Luisa Arévalo, de Victoria del Portete, de Cuenca. “Los terrenos se deterioran y el mirmir (similar al pasto) gana terreno, afecta a las vacas que lo comen y hace que produzcan menos leche”, dice.
En Barabón, San Joaquín, hay haciendas y terrenos aptos para producir pasto, pero los problemas son iguales. “Nos han ido bajando el precio, de $ 0,43 a $0,38 y, a veces, a $ 0,30”, dice Narcisa Matute, de Bulag. Ella sale a caballo todas las mañanas a entregar los 20 litros de leche que producen sus tres vacas.
La directora provincial del Magap, Emma Mora, asegura que se hacen controles y que se aplica un plan para la recolección de leche en los diez centros de acopio que hay en la provincia, a los que se sumarían cuatro más que se crearán hasta mediados de febrero próximo.
Añadió que, además, se instalarán oficinas en las que, quienes se sientan afectados, puedan realizar sus denuncias. (I)
324 mil litros de leche diarios se producen, en promedio, en Azuay, coincidieron ganaderos de esta provincia.
27.262 familias en Azuay se encuentran vinculadas con la ganadería, según registra el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
www.eluniverso.com