La Dirección General de Tributación emitió, el 31 de julio, un oficio en el cual exime a los lecheros (personas físicas) de entregar factura electrónica; no obstante, sí les impuso algunas limitaciones.
Una es que en el caso de que el productor de leche también produzca queso u otros bienes entonces sí deberá entregar la factura electrónica por todas sus ventas.
La factura electrónica es un comprobante electrónico, la cual se genera y se envía por correo electrónico al cliente. En el caso de los contribuyentes del impuesto sobre la renta también deben de aceptarla cuando realizan compras.
“Los productores de leche, personas físicas, no están obligados a emitir comprobantes electrónicos autorizados, por la venta de leche; siempre y cuando no se dediquen a otra actividad lucrativa, en la que si estén obligados a emitir comprobantes electrónicos autorizados, pues en tal caso, deberán emitir comprobantes por todas las actividades lucrativas que realicen”, señala el oficio.
Si es una empresa (persona jurídica) la que produce la leche entonces también debe entregar el comprobante electrónico.
Una limitación más es que la persona que produce leche sí está obligada a aceptar el comprobante electrónico para que los gastos que realiza, por ejemplo, en la compra de pastos para alimentar las vacas, se pueda sumar al resto de erogaciones para el cálculo del impuesto sobre la renta.
Para calcular el impuesto sobre la renta los productores suman todos sus ingresos y le restan los gastos, sobre la diferencia, que es la renta obtenida, se aplica la tarifa del tributo que tiene un máximo de 30%.
“Los comprobantes que servirán de respaldo a los registros contables, sí deben estar respaldados por medio de comprobantes electrónicos, en el tanto, las compras realizadas para respaldar tales gastos sean adquiridas a través de contribuyentes del Impuesto sobre la Renta o del Impuesto General sobre las Ventas, que estén obligados a emitir comprobantes electrónicos autorizados”, dice el texto del oficio.
La Cámara de Productores de Leche y la firma Deloitte presentaron la consulta a Tributación sobre estos productores, pues argumentaron que muchos no tienen conexión a Internet en los lugares donde trabajan y además entregan el producto varias veces a la semana, y les pagan por semana hasta que se compruebe la calidad del producto, por lo tanto no pueden emitir una factura electrónica en el momento de cada entrega.
Carla Coghi, socia de Impuestos y Legal de Deloitte, explicó que todavía mantienen algunas dudas sobre la decisión de Tributación.
Una es que se ponga como requisito, no solo para los lecheros, sino para todos los contribuyentes, la aceptación de la factura electrónica para que un gasto sea deducible del impuesto sobre la renta.
Coghi argumentó que los requisitos para que un gasto sea deducible están en la Ley del Impuesto sobre la Renta y no se pueden poner por medio de una resolución. Añadió que este es un tema que procurarán conversar con Tributación.
La abogada añadió, también, que para aceptar la factura se debe enviar un archivo de XML a Tributación y se tiene ocho días para hacerlo, lo cual es complicado para productores de leche que no tienen acceso a Internet o es limitado en las zonas donde laboran.
Satisfechos, pero con dudas
Álvaro Coto, Presidente de la Cámara Nacional de Productores de Leche, mostró la satisfacción de la organización por el pronunciamiento de Tributación, pero comentó que subsisten dudas.
“Quedan dudas sobre la factura electrónica para productores que entregan su producto como persona jurídica, aunque solo se dediquen a la producción y venta de leche, puesto que son fincas familiares y no entienden la diferencia que hace Hacienda por el hecho de ser jurídicos y no físicos”, dijo Coto.
También les preocupa la obligación de aceptar factura por el analfabetismo tecnológico, dificultades sobre el acceso a Internet y computadora, en general, de los productores.
“Surgen dudas sobre las facturas que reciben por servicios profesionales, contratos a destajo y por obra, puesto que gran parte de quienes brindan estos servicios son personas que no están inscritas ante Hacienda o no realizan factura por la informalidad de la prestación del servicio”, explicó Coto.
Por ejemplo, las personas que se contratan temporalmente para dar mantenimiento a las estructuras de la finca, los transportistas de ganado, los transportistas de alimento concentrado, los servicios por chapias o corta de pasto, entre otros.
Otros empresarios también han presentado consultas específicas sobre su sector a la Dirección General de Tributación, como los exportadores y los trabajadores del sector turismo. Carlos Vargas, director general de Tributación, informó de que analizan las consultas.
Autor: Patricia Leitón
Fuente: La Nación
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