Indicadores agrícolas. China prepara un nuevo esquema económico para sumar más habitantes al consumo. La UE y EE.UU. definen una zona de libre comercio que demandará más alimentos.
Por Pablo Adreani*
Durante la segunda semana de noviembre, los líderes del gobernante Partido Comunista Chino se reunieron durante cuatro días, para definir los grandes lineamientos del país. Fue con la promesa de dar a las fuerzas del mercado y al sector privado una mayor injerencia en la economía dominada por el Estado, pero sin lograr grandes reformas para cambiar el modelo actual de crecimiento económico.
La estrategia de China estuvo basada en estas últimas décadas en crecer no sólo en su consumo interno sino principalmente en sus exportaciones. El análisis del anuncio de los futuros cambios en la economía china sugiere que ahora el Gobierno se está dando cuenta que el ritmo de sus exportaciones tienen un límite en poder mantener sus tasas de crecimiento anual. Por la sencilla razón que sus principales mercados de exportación, Estados Unidos principalmente, tienen sus economías ya maduras y no pueden sostener tasas de crecimiento de su consumo más allá del crecimiento vegetativo de su mercado.
Además se está gestando un nuevo acuerdo de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE), que deja fuera al gigante asiático. En el fondo, lo que el gobierno chino está pensando es en liberar todo el interior productivo a las fuerzas del mercado y a la iniciativa privada. Y de esta forma dar comienzo a la segunda ola de consumo, con reformas que se irán anunciando y apuntando 2020; promoviendo la urbanización en las provincias del interior y permitiendo de esta forma que se puedan integrar al crecimiento y desarrollo, mejorando la vida a la mayoría de personas que viven en las ciudades del interior y en los medios rurales.
Dentro de los cambios que veremos en el futuro está permitir al sector rural el uso de mejor tecnología y dar a los agricultores más derechos de propiedad. Son cambios que van a generar no solamente un aumento de la oferta por aumento de productividad sino también una mayor demanda de alimentos. En este contexto se puede estimar que en el futuro China seguirá demandando productos agrícolas cada vez con mayor intensidad.
El acuerdo de libre comercio entre la UE y Estados Unidos se lo ha bautizado como la Otan económica. De aprobarse, se constituiría en la mayor zona de libre comercio del planeta, ya que abarcaría 50 por ciento de la actividad económica mundial.
En teoría, esta nueva zona de libre comercio va a beneficiar a los países de ambos lados del Océano Atlántico. La economía estadounidense podrá recibir anualmente un monto equivalente a 90.000 millones de euros adicionales, y el presupuesto de la UE seria complementado con 100.000 millones de euros.
De acuerdo con informes de la UE, si el nuevo acuerdo entra en vigor en 2015, en Europa se crearían 400.000 nuevos puestos de trabajo y el ingreso per cápita de cada hogar europeo obtendrá un aumento de sus ingresos de 550 euros.
Si bien el crecimiento en la creación de nuevos puestos de trabajo es bastante desigual, 400.000 nuevos puestos resultado del nuevo acuerdo de Libre Comercio UE, hay un gran contraste con los 2,36 millones de personas que por año están capacitadas y en edad de trabajar.
En definitiva, la demanda de alimentos seguirá creciendo, impulsando cada vez el comercio de productos agrícolas. Ya sea por un aumento de la demanda de alimentos de alta calidad, como de la mayor demanda básica de alimentos, es el caso de carnes, lácteos y productos oleaginosos. Argentina esta en condiciones de abastecer el crecimiento de la demanda mundial de alimentos, y no perder nuevamente el tren del boom del consumo y del comercio global. Se requiere una inteligente política agroexportadora que nos permita liberar las fuerzas del mercado, hoy encorsetadas por medidas que castigan el mercado, la inversión y el crecimiento.
*Analista del mercado. Director de Agripac Consultores
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