El dato es casi truculento: en la Argentina, desde 2002 a la fecha dejaron de funcionar 4.903 tambos, lo que equivale a decir que un productor lechero desapareció cada día en los últimos trece años. Con ese argumento, las diversas entidades que componen la Mesa Nacional de Productores de Leche (MNPL) intentó conmover anoche a un grupo de senadores para que se declare en “emergencia económica” esa actividad.
En su presentación ante un grupo de senadores de la oposición, los dirigentes tamberos explicaron que la reducción de establecimientos lecheros (de 15.305 en 2002 a 10.402 en la actualidad, de acuerdo a datos oficiales), se podría acelerar en la coyuntura actual, en la cual los productores están padeciendo una baja de los precios de la leche decidida de modo unilateral por la industria. Con los 2,70 pesos por litro que se pagaron en promedio este mes, la inmensa mayoría trabajo muy por debajo de sus costos.
“Hoy el sector necesita medidas urgentes que puedan ayudar a enfrentar la profundización de la pérdida de competitividad, como consecuencia de las restricciones a las exportaciones, la intervención de los mercados, la inflación, y la elevada presión fiscal”, indicó la MNPL, que recordó que en el mercado interno el precio de la leche al consumidor aumentó un 611% desde 2006 pero el incremento del precio que recibió el tambero en el mismo lapso fue mucho menor, del 420%.
www.ieco.clarin.com