Con el inicio del año, los tamberos volvieron al ruedo mediático con sus luchas. Como hace tiempo vienen reclamando, necesitan que se valore más el precio de la leche. Sucede que en Entre Ríos, por ejemplo, se paga entre 2.80 y 3.20 el litro de leche. En este contexto, las entidades que nuclean a los productores lácteos, anunciaron que esta semana definirían acciones de protesta. “Para cubrir costos, los tambos argentinos necesitan que se les pague al menos 4 pesos el litro de leche. Desde hace más de tres años, venimos produciendo entre ajustados y con números que llevan a quebranto. Ahora, justo cuando íbamos a pedir un aumento, la industria lechera sale a generar un escenario de precios para evitarlo”, afirmó Jorge Chemes, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) y secretario de la Cámara de Productores Lecheros de Entre Ríos (Caproler).
El litro de leche se paga hoy al productor entrerriano entre 2.80 y 3.20 pesos. En Córdoba y Santa Fe, de 3.20 a 3.50. La diferencia de ganancia entre los 3 pesos promedio que recibe el tambero y los 13 que cuesta el litro en góndola se la llevan los supermercados y la industria láctea. Es esta industria la que acaba de bajar a los productores 10 centavos el precio por litro, y el viernes pasado anunció una nueva baja para febrero. En Entre Ríos, aplicó esta depreciación La Sibila de Nogoyá.
Según el informe de Verónica Toller para Clarín, para Chemes, entre las causas de la medida aparece el hecho de que el gremio de trabajadores de la industria láctea, ATILRA, “es fuerte y los industriales no pueden con ellos. Entonces, nos aplican a nosotros, los productores, el costo de los aumentos que exige ATILRA, porque somos el eslabón más débil de la cadena”.
“A los entrerrianos se les paga menos porque producen el 4 por ciento del total nacional, tienen menor poder de negociación y tambos a los que es difícil acceder por los malos caminos”, explicó Alfredo Bel, titular de la Federación Agraria Argentina (FAA) entrerriana. “La situación de los tambos es calamitosa”, calificó Horacio Mihura, vicepresidente de Caproler.
Según un informe de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la producción lechera nacional caería otra vez en 2015 a menos de 11 millones de litros, igual que sucedió en 2014 y en 2013. En la última década, se perdieron entre 6 y 7 mil tambos en el país: dos tambos por día durante diez años, sin pausa. La presión impositiva tiene un papel clave; en Entre Ríos, especialmente los aumentos del impuesto inmobiliario rural en 2013 y 2014. Al productor le resulta hoy más caro alimentar al ternero macho recién nacido que deshacerse de él, por lo que lo venden cuanto termina de tomar el calostro. Muchos entrerrianos, además, urgidos por efectivo, están rematando terneros hembras, una sentencia de muerte a cuentagotas. “En Entre Ríos, hablamos sobre todo de empresas familiares; tambo que cierra es familia que se desarma y genera un problema social -puntualizó Chemes-. Grandes tambos o empresarios de otro sector compran las vacas, concentrando la lechería en pocas manos”.
Productores autoconvocados iniciaron días atrás las movilizaciones en Sunchales, el corazón tambero del país. Ahora, es la Mesa Nacional de Productores Lecheros propone una acción conjunta entre las cuatro entidades madres de la Mesa de Enlace Nacional. La modalidad y fecha de dicha acción quedaría definida este viernes, dice Bel.
www.analisisdigital.com.ar