Pero desde esa fecha para acá, es decir, casi una década, se halla en la lista de las que “hacen cola” para que se afine de una vez por todas la discusión de contrato colectivo.
Pese a las diversas dificultades por las que ha pasado, hace cinco años, Lácteos Los Andes anunció con “bombos y platillos” la transformación de su portafolio de productos, así como la extensión de los puntos de distribución.
Pero de nada sirvió. Hoy cuando ya está por terminar el 2017, en una acción para llamar la atención de Nicolás Maduro, los trabajadores de dicha empresa trancan la
Panamericana, en el estado Mérida a la altura del puente sobre el río Torondoy para protestar por la actual situación de la compañía y por mejores condiciones laborales. ¿Así, así, así es que se gobierna?
A través de las cuentas de varios usuarios de la red social de Twitter se conoció de dicha manifestación. “Trabajadores de lácteos los andes trancando (la carretera) panamericana en (el municipio) Tulio Febres Cordero estado Mérida + cola para gasolina…”, fue uno de los mensajes colgados en la plataforma digital.
“Trabajadores de Lácteos los Andes toman puente sobre el río Torondoy en la Zona Panamericana del Sur del Lago, por su inminente quiebre. El gobierno la expropió en 2008 y en menos de 10 años la quebró”
Recientemente se conoció que los empleados de la distribuidora Andi Caracas de Lácteos Los Andes denunciaron que tienen tres meses sin trabajar por falta de materia prima y que aunque son una empresa perteneciente al Estado, no reciben los insumos para laborar.
Jesús Villarreal vocero del grupo de trabajadores manifestó en abril de este año que teme que la protesta ponga en riesgo su trabajo.
“El presidente Nicolás Maduro no sabe lo que está pasando, lo tienen con una venda en los ojos. Él tiene que enterarse aunque nos boten”, expresó. Algunos de sus compañeros han recibido amenazas de despido por participar en la concentración.
Indicó que otros trabajadores han sido amedrentados por manifestar su deseo a protestar. La nómina de Lácteos Los Andes asciende a 6.500 empleados. Parte del grupo fue atendido en la sede de la Vicepresidencia, mientras que otros esperaban respuesta desde Miraflores.
“Estos problemas están desde hace tres años, pero ya no podemos seguir así. Si hoy no nos dan respuesta, estaremos en protesta permanente hasta que nos escuchen”, aseguró Villarreal. El vocero añadió que la situación de la empresa se tornó insostenible desde la muerte de Hugo Chávez.