El famoso concha negra que fue uno de los más económicos ha alcanzado el espantoso precio de Bs. 3 millones 600 el kilo y en muy pocos lugares es vendido.
Ni los propios comerciantes saben cómo equilibrar los precios, dicen que es un tormento ya que cada dos días el precio se eleva en un 10 %.
En la charcutería del señor Alfredo Nobosa, al este de la ciudad, el kilo de queso roquefort o azul tiene un valor de Bs. 2 millones 900. Su local es uno de los pocos que lo venden, pues hay que tener casi cuatro sueldos mínimos para poder comprar.
“El queso es el producto que más aumenta en mi local. El pecorino y el de año se quedan más de exhibición en el mostrador, trato de mantener el precio, pero tampoco lo puedo regalar”, comentó el comerciante.
Otros tipo de queso, como el concha roja sobrepasa el millón de bolívares. Todos estos quesos son de textura semidura y a pesar de rendir no son llevados por los clientes por considerarlos todo un lujo.
Los comerciantes consultados aseguran que el queso más llevado es el duro, tipo caroreño o de cabra, cuyo monto es de Bs. 750 mil. Es conocido como el “queso popular”.
“Antes compraba tres tipos de queso, ahora sólo llevo el más barato, y sólo para comer una vez al día”, comenta Mireima Hernández.
El dramático precio de este alimento derivado de la leche se debe, según los dueños de los locales, al elevado costo de la producción de la misma leche en el campo, también a la escasez de insumos y medicinas, tratamiento de las vacas.
“Algunos de los quesos que vendo son elaborados aquí en Venezuela, en un empresa en Táchira, el traslado es bastante costoso . Quienes más los llevan son lo dueños de restaurantes y comida rápida, la verdad que es un lujo venderlo”, comenta el señor Nobosa.
Arturo Montes, dueño de un local en la carrera 15, dice que sus clientes llevan más el queso de Bs. 750 y el queso amarillo. “Hasta cinco lonjas del amarillo se llevan”, comenta sorprendido.
El queso tipo ricotta ahora se convirtió en uno de los más costosos, hasta Bs. 930 mil cuesta un kilo y hace apenas un mes el costo era de Bs. 130.
Comerciantes dicen que sus negocios cuelgan de un hilo, pues no hay un control de los precios y prácticamente abren sus negocios para mantener a sus familias.
Autor: Anaís Mendoza
Fuente: LA PRENSA
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