“Vine a comprar con un millón de bolívares y todo está carísimo, los precios amanecieron por las nubes. Gasté Bs. 800 mil en un cartón de 15 huevos, me quedaron Bs. 200.000 con los que voy a la panadería a ver cuántos panes compro para comer hoy y para enviarle mañana el desayuno para el colegio a la niña”, expresó Elba Urdaneta, a quien se le aguaban los ojos en el mercado periférico de La Limpia.
Sin poder contener las lágrimas, la ama de casa se sintió desesperanzada. “La plata no rinde, cada vez es menos lo que uno lleva a la casa. En cuestión de un día todo aumentó groseramente. Me da dolor, no tanto por mí sino por mi hija”, dijo sollozando la mujer.
Como ella, muchos iban preguntando por el costo de las verduras y más de una quijada bajaba al escuchar las cifras. El kilo de tomate, de Bs. 400 pasó a 700 mil, la zanahoria brincó de 300.000 bolívares a 500 mil, las ramas de Bs. 150.000 subieron a 250 mil, mientras que la papa y la cebolla se mantuvieron “a raya” en 200 mil bolívares. La yuca pasó de 40 mil a 80 mil bolívares y el kilo de auyama de Bs. 80.000 a 120 mil.
Los precios de los alimentos subieron hasta el doble. Dieron un ‘salto olímpico’, porque el mismo día del anuncio del aumento salarial, varios comercios estaban remarcando los costos de los artículos. Muchos otros aprovecharon la inactividad laboral del 1 de mayo para cambiar sus precios y estrenarlos hoy.
El presidente Nicolás Maduro anunció el 30 de abril un nuevo reajuste salarial del 95%. El sueldo mínimo nacional, que se ubicaba en 392.645 bolívares, pasó a ser de Bs. 1 millón, mientras que el cestatique aumentó de Bs. 915.000 a 1.555.500 bolívares.
Entre la escasa actividad comercial que hacía vida ayer, algunas charcuterías aprovecharon para ‘estrenar’ el kilo de queso “a precio de aumento salarial”. Entre Bs. 1 millón 200 mil y hasta 1.800.000 bolívares se perfilaba el derivado lácteo. Los compradores recibieron la novedad con rechazo.
“Esto está indetenible. Cada quien pone el precio que quiera a los productos. Ese aumento de sueldo se vuelve sal y agua porque ni esperan que pase bien la tarde cuando ya aumentan todo, es inmediato. Más cuesta el kilo de queso que el nuevo sueldo mínimo”, criticó Jairo Morales, de Los Haticos.
Pero no solo los vegetales y lácteos subieron con el reajuste. Los productos “bachaqueados” también rompieron el celofán. El kilo de arroz está pisando los 800 mil bolívares, que antes se conseguía en Bs. 500.000; la harina precocida rondaba los 500 mil bolívares y ahora la venden a partir de los Bs. 800 mil.
En la avenida La Limpia, un señor ofrecía en una mesita productos “pre-aumento salarial”. En efectivo, el kilo de arroz lo vendía a Bs. 350 mil, la harina a 250.000 bolívares y la margarina a Bs. 300 mil. “Hasta hoy son estos precios solidarios, mañana entran los nuevos”, advertía el hombre.
Sin embargo, desde el mismo día del anuncio, después del mediodía los comercios bajaron sus santamarías. Hender Morán estaba buscando un repuesto automotor. Durante la búsqueda se percató de que de 10 locales que recorrió, apenas tres estaban abiertos. “En la mañana me dieron presupuesto de 22 millones de bolívares, por la tarde, en el mismo taller el precio cambió a 26 millones”, contó sorprendido.
Sectores como el de autopartes de vehículos subieron mínimo 50% de la mañana del lunes a la tarde del mismo día. De hecho, la mayoría de los negocios cerró sus puertas por razones de “inventario”. Lo mismo sucedió con varios locales en centros comerciales, también en supermercados, charcuterías, abastos y panaderías.
En San Jacinto, el mismo 30 de abril los locales apresuraron su cierre. “Temprano en la tarde todo estaba cerrado, seguro es para no vender la mercancía a precio actual y aprovechar para cambiar los precios. No quieren perder ni un bolívar”, opinó José Rodríguez, residente del sector, quien comentó que ayer tampoco abrieron.
También en San Francisco se repitió la situación. Alexander Bríñez estaba en una cola para comprar alimentos por bultos. El arroz, pasadas las 11:30 am, costaba Bs. 9 millones. Una hilera de compradores esperaban ser despachados, cuando les notificaron que el costo había cambiado: el bulto costaba ahora 9.500.000 bolívares.
Bríñez explicó que el cambio de precio se dio pasados unos 20 minutos de haber confirmado la venta al primer costo y explicó que más tarde, los comerciantes volvieron a reajustar y terminaron vendiendo los bultos a Bs. 10 millones cada uno.
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Fuente: Panorama
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