Cae la producción pecuaria y lechera en Francisco de Miranda

La carencia de productos básicos alimenticios ha encarecido la comida para los obreros de las más de 900 unidades de producción del municipio, lo que ha incidido, según denuncias de concejales de la Cámara Municipal, sobre la producción agropecuaria
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La carencia de productos básicos alimenticios ha encarecido la comida para los obreros de las más de 900 unidades de producción del municipio, lo que ha incidido, según denuncias de concejales de la Cámara Municipal, sobre la producción agropecuaria
Serios problemas en relación al suministro y abastecimiento de insumos de primera necesidad; aunado a la carencia de implementos agrícolas, mal estado de la vialidad y descenso de la producción, son parte de las situaciones que viven los más de 6 mil habitantes del municipio rural Francisco de Miranda en la zona montañosa de los páramos tachirenses.
A 98 kilómetros de la capital del Táchira, se encuentra el principal poblado del municipio, San José de Bolívar, es un pueblo tranquilo y reconocido como parada turística de la geografía regional. Más allá de ser un sitio paradisíaco en las cumbres andinas, los habitantes padecen la falta de productos de primera necesidad. Cuando llegan alimentos es exclusivamente al pueblo y en bajas cantidades, por lo que no quedaría abastecimiento para las aldeas.
Los abastos públicos tampoco brindan una solución a la carencia de alimentos. Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción -Clap-, ya estarían funcionando en la zona; sin embargo, no sería suficiente para cubrir la necesidad de la población. Hasta el mes de julio solo habrían llegado una vez y a un solo sector, que en cifras representa el 5% del municipio. Además denuncian que la cantidad de productos en la bolsa, es reducida. Por tratarse de un área de producción el consumo es elevado por los obreros; dos unidades por producto (en el mejor de los casos) cada 22 días (según el ideal), no sería suficiente.
El suministro de gas doméstico tampoco está garantizado. Se trata de un servicio que está “subcontratado” o tercerizado. Son agentes privados quienes acuden a la central, se abastecen y llevan los cilindros hasta el pueblo, cobrando un incremento, necesario, en el precio de estos, basados en los costos de transporte. “Ellos no pueden hacer el transporte gratuito, la gente de Pdvsa quiere que así sea, y lo que se va a presentar es un problema para nosotros porque van a dejar de traerlo. Pudiésemos quedarnos sin el servicio de gas y eso es preocupante”, explica el presidente del Concejo Municipal de Francisco de Miranda, Eli Mora.
UNIDADES EN CRISIS
La principal actividad económica del municipio está basada en la parte pecuaria, tendiendo a la producción de bovinos de leche. Actualmente hay deficiencias por la ausencia de productos veterinarios como medicinas y alimentos concentrados; así como demás suministros requeridos para una óptima producción; adicional, se han encarecido los costos de la mano de obra calificada y obreros para las fincas.
Explica Pablo Belandria, médico veterinario del municipio, que muchos medicamentos utilizados para prevenir enfermedades en las reses no están disponibles; además, los precios en los insumos serían “exorbitantes” haciéndose imposible para los productores adquirirlos y conllevando a que el rebaño municipal se haya reducido. “Hay enfermedades como mastitis que no se pueden tratar porque no hay ni pomos, y eso ya lleva al descarte de esa vaca. Hay vacas que producen 25 litros diarios, cuestan 800 o un millardo y por una causa mínima deben descartarse”.
Dijo el veterinario que el primer ciclo de vacunación de fiebre aftosa, enfermedad de declaración obligatoria, establecido en la Ley de Salud Agrícola Integral, no se llevó a cabo. En Táchira, según cifras extraoficiales, solo habría sido vacunado un 5% del rebaño nacional. Debieron ser atendidas un promedio de 120 mil reses, y unos 3 mil productores de la entidad habrían sido excluidos de este plan.
BAJA LA PRODUCCIÓN, BAJAN LAS GANANCIAS
Se trata de una situación complicada que deviene en una producción a pérdidas, al existir la vacunación el productor recibe un certificado que garantiza la buena salud de los animales, es con este documento que se acude a las tiendas del Estado como Agropatria o Agrotodo para la compra de insumos regulados; pero sin él, sostiene Belandria que no pueden comprar.
“De forma populista el Estado dice que atiende a pequeños y medianos productores; pero no está garantizando el buen estado de los animales, y eso les compete por Ley. No se está garantizando ese certificado de vacunación y esto amerita que el productor deje de acudir a estas tiendas y tenga que ir al área privada, donde además de los altos costos, no hay. Se está trabajando a pérdidas; exigen, pero no dan”, dice.
El mercado colombiano solía ser una opción para los productores, que aunque era mucho más costoso, resolvía las necesidades para continuar laborando en las fincas; pero con la frontera cerrada se han visto afectados. Indica que un 60% de los medicamentos veterinarios usados en el municipio provenían del hermano país; ahora han desaparecido, por lo que muchas enfermedades que se controlaban con estos principios activos se han diseminado.
De las 8 mil reses del municipio, no todas producen, unas 2 mil sería el número activo, mientras no haya solución y disponibilidad del Estado de proveer las condiciones mínimas para que el productor pueda maximizar, la situación, a criterio del veterinario, seguirá yendo en “picada”.
Pese a los problemas y acceso a los insumos, Francisco de Miranda continúa siendo el principal productor de leche a nivel nacional en relación a hectáreas y densidad de tierra. Temen que la falta de alimento concentrado, aun cuando disponen de animales de alta genética en doble propósito, pueda poner en riesgo la producción lechera del Táchira.
“Antes había competencia entre las distintas marcas de alimento, ahora no hay nada. Hay semanas en que las vacas ni prueban el alimento concentrado y de eso depende la producción. Estamos hablando de un riesgo en la producción lechera del Táchira. Somos el principal productor lácteo en cuanto a hectáreas y densidad de tierra, este municipio es el principal a nivel nacional”.
DATOS
20% del rebaño lechero (unas 2 mil vacas) del municipio Francisco de Miranda es descartado por mastitis y la falta de medicamentos para tratarla, lo que ha incidido sobre la producción.
800 unidades de producción del municipio se dedican a la ganadería de leche, se producen diariamente entre 15 y 18 mil litros del rubro.
40 mil litros de leche era la cifra diaria que antiguamente se manejaba en el municipio, ante la falta de alimento concentrado, nutrientes, medicamentos y suplementos veterinarios; así como de control de enfermedades ha provocado el descenso de 20 litros por día.
22 días es el tiempo que tarda en llegar el suministro y abastecimiento en artículos de la cesta básica a los establecimientos comerciales de la localidad de San José de Bolívar. La cantidad de productos que llega no alcanzaría para satisfacer las necesidades de la población.
Son autosustentables, pero con carencias
“Aquí los productores ganan en bolívares, pero los gastos son en dólares. Eso es una limitación”
Los servicios en San José de Bolívar y otras localidades de Francisco de Miranda son limitados, a juicio de sus residentes. Son muchas las adversidades que aseguran, deben pasar diariamente. Ser un sector productor y rural, les ha permitido mantenerse en pie y convertirse en una comunidad autosuficiente, a diferencias de las grandes ciudades, suplen la falta de alimentos procesados con lo que brinda la tierra, pues aseguran que se trata de terrenos nobles, óptimos para el crecimiento de hortalizas y maximización del ordeño.
Aseguran que a pesar de estas ventajas, requieren de la inversión gubernamental. “No tenemos harina, arroz, si en San Cristóbal no llega, aquí menos, pero se produce chocheco, leche, carne, queso”, dice una habitante de la localidad. Según detallan, parte del problema estaría en que el Gobierno no incentiva la producción e inversión del campo.
Tal como la gran mayoría de estados del país, este municipio estuvo bajo el Programa de Administración de Cargas -PAC-, lo que incidió de manera negativa sobre los ciclos regulares de ordeño. Las plantas de energía tampoco fueron una opción para los productores agropecuarios, según manifestó el edil de la Cámara Municipal de Francisco de Miranda, Omar Rojas, pues el acceso a la gasolina para su funcionamiento no está garantizado en la entidad.
Precisó el concejal que tan solo es enviada una gandola de combustible semanal para abastecer la demanda de la población de dos municipios rurales pero productores y de gran densidad territorial (Sucre y Francisco de Miranda), que requieren además de la gasolina para los vehículos, otros litros para el funcionamiento de equipos de ordeño, maquinaria, trapiches y demás.
“Aquí sufrimos mucho; pero también tenemos mucha paciencia. Estos son pueblos tranquilos y pasivos, porque sino ya nos habríamos alzado. Somos productores de leche, hortalizas, panela, de muchos rubros, estamos ubicados bastante lejos y nos condicionan la gasolina a una sola vez a la semana, 30 o 40 litros”.
Al parecer, las unidades de producción no disponen de un cupo adicional de combustible para el funcionamiento de las fincas, deben abastecerse con los litros asignados a los vehículos personales en la estación ubicada a 9 kilómetros en la población de Queniquea, en Sucre.
“Aquí son 30 mil litros de gasolina para todos, motorizados, productores, transportistas, de todo. Puede que haya un comercio alterno, tampoco escapamos de eso”, enfatiza el edil.
La vialidad, denuncian que está en pésimas condiciones. Estratégicamente San José de Bolívar está bien ubicado y cuenta con varias vías de comunicación, la principal parte de San Cristóbal, otra desde La Grita (Jáuregui), una desde Pregonero (Uribante), y otra desde Chorro El Indio, lo que hace posible trasladarse hacia diferentes localidades; sin embargo, todas estarían en mal estado por falta de atención del Gobierno.
“Si este gobierno no le da mantenimiento a lo que hizo la cuarta República, a pesar de que tenemos tantas vías podemos quedar incomunicados. Aquí hay una medicatura que quedaron en terminar y no hicieron, no hay ambulancias óptimas. El transporte se daña y deben pagar a precios elevados”, precisa Omar Rojas.
Opinan
Pablo Belandria: “El trabajo de los últimos 7 años se está perdiendo. Debieron vacunarse alrededor de 9 mil reses. No hay inmunidad para enfermedades de declaración obligatoria como las clostridiales, brucelosis y rabia”.
Eli Mora: “La mayoría de los productos de la cesta básica no llegan a este municipio y eso hace que hayan problemas de alimentación. La producción ha caído, se tienen menos obreros, no hay cómo alimentarlos”.
http://diariodelosandes.com/index.php?r=site/noticiaagencia&id=3656

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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