La lechería uruguaya camina entre luces y sombras.
La realidad de la lechería se parece a la broma que hacía el conjunto de músicos humoristas Les Luthiers cuando decía que había «una calma turbulenta».
Es que, por un lado, los últimos remates de referencia de la neozelandesa Fonterra han mostrado un repunte en los precios de los productos lácteos, en especial la leche en polvo entera, que es el principal de exportación de Uruguay.
También se puede hablar de que el tiempo ha mejorado y que la primavera pinta mejor. Ambas mejoras inflyen de forma positiva en el ánimo de los productores.
Sin embargo, la implantación de verdeos y praderas se complicó, la producción de leche ha caído en los tambos, los productores han vendido vacas para hacer dinero y el endeudamiento creció.
Seguramente que el precio de la leche al consumo suba $ 1, cuando en realidad los productores pedían $ 2, no caerá como una buena noticia entre los tamberos, pero la señal de apoyo de las gremiales lecheras al ministro Tabaré Aguerre, la búsqueda de nuevas alternativas y el $ 1 conseguido, deberán impulsar el diálogo y mejorar el ambiente de preocupación creciente.
http://www.elobservador.com.uy/una-calma-turbulenta-n978305