«La cuenca lechera de Salto colapso», comenzó diciendo Gustavo Alonso, directivo de Sofrils, en diálogo con CAMBIO sobre la situación de la lechería en el departamento desde el punto de vista de los remitentes a la planta local de Indulacsa. La realidad es que de 48 remitentes que se tenían en julio del año pasado, cuando el precio del litro de leche remitido a planta cayó bruscamente, existen 19 tamberos que abandonaron el rubro.
Alonso ha dicho que estos productores han dejado de ser dueños de sus tambos para pasar a trabajar en «algún packing, en un camión haciendo fletes o trabajando en algún establecimiento rural» y agregó que «va a ser muy difícil traerlos de vuelta al sector».
A la pérdida de productores también hay que agregar la caída en la remisión de leche, según Alonso, la planta ha «llegado a recibir entre 7 a 8 mil litros diarios», cuando históricamente los productores duplicaban estos niveles productivos en pleno invierno.
Aparentemente los malos momentos habrían pasado, desde el mes de mayo se ha venido registrando subas consecutivas en el precio de la leche remitida a Indulacsa y el diálogo con la industria se ha vuelto más ameno en las últimas reuniones. Según informó Lactalis a sus productores remitentes, a partir del 1º de agosto, el precio registró un incremento de $ 0,30 por litro con 3,6% de grasa y 3,2 de proteína, Alonso estimó que de acuerdo a la calidad y composición de la leche remitida actualmente, el tambero recibirá entre $ 7,30 y $ 7,60.
Aún queda mucho por delante para que el sector logre recomponerse y alcanzar los niveles productivos que se registraron en los últimos años. Entre las grandes limitantes se encuentra la falta de financiación que tiene el rubro y el alto endeudamiento que enfrenta actualmente. Según Alonso, «el sector está necesitando un financiamiento grande y hoy en día Microfinanzas República no está atendiendo a ningún productor lechero por los montos que a veces precisa». Lamentó que los responsables de la banca oficial «miran mucho la rama y no el árbol que hay atrás».
Las expectativas de los productores lecheros están posicionadas en una buena primavera que permita bajar los costos de producción, con los actuales valores que se reciben por litro de leche remitido. Sin embargo, las preocupaciones están en las reservas del otoño, con un productor desfinanciado y sin el financiamiento de la banca, «no vamos a poder atender la producción de verano, ni atender el paquete tecnológico que se necesita para hacer una reserva de forraje».
En la última reunión de los productores con los representantes de la planta en Uruguay se presentó una propuesta por parte de los remitentes, que consta de un préstamo de $ 3 por litro de leche, la cual quedo a estudio de la empresa. Alonso dijo que los representantes en Uruguay «están trabajando en ese sentido», aunque reconoció que «es algo bastante difícil».
Más allá de las dificultades que se puedan tener en alcanzar dicho préstamo, el directivo de Sofrils dijo que «se ha visto una sensibilidad por parte de la gerencia; se está entendiendo que una planta sin leche no camina y a parte se necesitan tanto los productores lecheros como la industria».
Cuando le preguntamos al representante de los productores lecheros, si está sensibilidad llega tarde, cuando el mismo mencionó que se han perdido 19 productores, Gustavo Alonso se tomó unos minutos en responder. «No comentaría si fue tarde, sino que lo dejó como una experiencia entre ambas partes», para el productor «tanto de la subcomisión de precios de Sofrils y la gerencia de Indulacsa, llegamos a pasar una raya y de no hablar más de este tema sino de ponernos ambas partes en la misma ruta con el fin de progresar».
http://www.diariocambio.com.uy/index.php?id=71158&seccion=rurales