La coyuntura adversa en materia de liquidez y rentabilidad que afrontan desde hace un buen tiempo los tambos uruguayos, no fue obstáculo para que las casi 2.000 matrículas que remiten a la principal industria láctea del país, Conaprole, mantuvieran el nivel de reservas del año pasado de semillas para las siembras de cultivos de verano (sorgo y maíz para forraje y silos) en unas 80 mil bolsas a través de Prolesa, informó a IT Lechería el director de la cooperativa, Miguel Bidegain.
Agregó que esto permite proyectar una superficie de siembra de verdeos de entre 85 mil y 90 mil hectáreas, superficie que representa el 25% del área que los remitentes de Conaprole tienen destinada hoy a la lechería. “Esto demuestra que el tambero sigue invirtiendo y apostando a la lechería pese a todo”, resaltó el directivo.
En lo que va de setiembre, la remisión a Conaprole está un 6% por debajo de los niveles del año pasado –en el eje de los 4 millones de litros- y aún no logra despegar producto de los problemas de barro que aún persisten y los estados corporales de los animales. Con esta coyuntura, Bidegain consideró como “muy poco probable” que en el pico de producción de octubre se puedan superar los niveles históricos de producción de por encima de los 5 millones de litros diarios.
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