Las exportaciones de productos lácteos han mejorado un poco en volumen y también en los precios de los negocios realizados, pero esta última mejora el sector no las ha captado en toda su dimensión por efectos de la suba de los costos, destacó a El Observador el presidente de Conaprole, Álvaro Ambrois.
Explicó que este año los mercados mejoraron no tanto en precios, pero si en volumen, lo que ha dinamizado la actividad en función de una buena colocación de productos.
La facturación de exportaciones de lácteos entre enero y noviembre pasado aumentó un 4% al llegar a US$ 547,8 millones.
Lo que sin duda no alcanzan son los valores internacionales para cubrir un precio razonable al productor lechero, sostuvo el directivo. Esta complicación no pudo ser superada en función de que los costos internos del país son muy complejos para crear un margen y poder recuperarse frente a las dificultades que ha generado el endeudamiento de los productores, explicó Ambrois.
Las exportaciones durante el actual ejercicio muestran a un Brasil que ha sido desplazado del primer puesto por Argelia. Igualmente se espera que Brasil retome ese liderazgo y admitió el productor que los problemas de ingreso a ese mercado se han solucionado.
Por otro lado la autorización lograda por el gobierno para exportar leche en polvo fraccionada a México para su venta en supermercados «es una buena noticia» y se espera su reglamentación, sostuvo.
Agregó que Conaprole ya está ingresando desde hace mucho tiempo con quesos y desde hace poco tiempo entra con productos directamente a las góndolas mexicanas como helados y dulce de leche, si bien no son volúmenes importantes.
La perspectiva para 2018 es difícil plantearla en función de que los mercados son muy cambiantes. Lo importante es que los mercados están activos y que para una industria es importante, fundamentalmente para el sector de los lácteos.
Pero lamentablemente por las razones citadas anteriormente no permite trasladarle al tambero un margen razonable que es fundamental.
Por otra parte el directivo de Conaprole admitió que la conflictividad sindical que ha tenido este sector afectó la gestión económica de la cooperativa y afirmó que esta situación generó pérdidas para las empresas y para los productores que están en una situación económica muy compleja.