Los ingresos brutos de los tamberos uruguayos medidos en dólares corrientes se desplomaron en US$ 260 millones (-31%) el año pasado a US$ 592 millones, como consecuencia básicamente de un fortalecimiento del tipo de cambio (+13% en promedio), una merma en el precio pago en pesos por parte de las industrias – producto de la crisis que atraviesan los mercados globales-, y una baja de 2% en la remisión anual.
En 2014, la facturación de los productores uruguayos alcanzó un máximo histórico de US$ 852 millones. Para encontrar, un ingreso bruto tan bajo de los tamberos uruguayos hay que remontarse al ejercicio 2010 cuando se remitieron 1,5 millones de litros por los que se facturaron US$ 496 millones.
Las perspectivas para los productores uruguayos en el presente ejercicio no lucen demasiados alentadores para pensar en una recuperación en sus niveles de facturación. Los principales analistas esperan que el dólar cierre el año por encima del año pasado, mientras que, por ahora, no se vislumbra una suba en el precio pago por la remisión en pesos.
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