El Poder Ejecutivo remitió al Parlamento el proyecto de Ley por el cual solicita autorización para asumir el costo de los intereses generados por los créditos o préstamos que se otorgaren, por las instituciones de intermediación financiera de plaza, a las empresas lácteas exportadoras Calcar, Claldy, Conaprole y Pili, durante el periodo de gracia que se pacte en dichas operaciones, el que no podrá superar los tres años”. La iniciativa busca lograr una solución a la deuda que Venezuela contrajo con el sector lácteo nacional.
A través de la iniciativa legal, el gobierno solicita autorización al Parlamento para asumir el costo de los intereses generados por los préstamos que se otorgaren, por las instituciones de intermediación financiera de plaza, a las empresas lácteas exportadoras Calcar, Claldy, Conaprole y Pili.
Dicho costo “no podrá superar el equivalente a una tasa de 4,50% en dólares sobre un monto máximo de 66 millones de dólares correspondiente al saldo impago por la Corporación Venezolana de Comercio Exterior (CORPOVEX)” por exportaciones efectuadas entre el 29 de setiembre y 23 de noviembre de 2015 en el marco del memorándum de entendimiento celebrado entre Uruguay y Venezuela.
El gobierno asegura que el apoyo en la búsqueda de soluciones a las industrias lácteas exportadoras “se basa en la relevancia que tienen desde el punto de vista social-económico”.
“En 2015 y pese a la baja de los precios de exportación, los productos lácteos fueron el cuarto rubro de exportación del país, medidos en valor”, remarca el Ejecutivo.
Asimismo, remarca que en los últimos nueve años representaron el 9% en promedio del monto exportado, algo más de 600 millones de dólares, detalla el texto legal.
Preocupación
Por su parte, el diputado nacionalista, Alejo Umpiérrez (Todos) trasladó al Parlamento la “preocupación de los productores lácteos”.
El legisaldor dijo que “las empresas se están quedando sin flujo de caja ni posibilidad de pagar las remisiones de sus productores lácteos, especialmente en el caso de Conaprole, cuyo fondo de compensación anticíclico, creado hace años, se está terminando y ya no tiene más fondos”.
Se refirió a las declaraciones del canciller, Rodolfo Nin Novoa quien “habría sido sorprendido en su buena fe, ya que el dinero con destino al BANDES fue a parar a China”, y agregó que “no se ha sabido por orden de quién salió efectivamente ese dinero hacia el país asiático”.
En enero pasado el diputado blanco Jaime Trobo dijo que “se estableció que el Banco de Desarrollo (BANDES) – Uruguay iba a tener un fideicomiso para el pago por productos alimentarios vendidos a Venezuela; sin embargo el gobierno uruguayo concedió y no informó a los productores que el dinero saldría de Uruguay, y BANDES le daría el destino que consideraba conveniente”.
“El dinero desapareció y está en China, los productores no han cobrado”, aseguró Trobo.
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