El bloqueo de rutas y desabastecimiento de combustibles afectó, además, el suministro de insumos para la producción y el transporte de leche para las industrias.
Sin materia prima, las actividades industriales estuvieron limitadas o suspendidas entre finales de mayo y principios de junio. Durante los once días de paro del transporte, las existencias tanto de la industria como de la venta al por menor se redujo de forma homogénea.
En un reciente estudio, Rabobank estimó que la remisión cayó 20% en mayo con un descnso de 9% respecto a igual mes de 2017.
Luego de la huelga las empresas enfrentaron a un combo negativo signado por el desabastecimiento, producción limitada, materia prima cara y liquidación de existencias. Estos factores impulsaron las cotizaciones de los derivados entre fines de mayo y la primera quincena de junio, incluso frente a una demanda debilitada, según el reporte mensual del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea).
Actores del mercado consultados por Cepea señalaron que la caída en la producción y la necesidad de las empresas para recomponer sus stocks de lácteos aumentaron la competencia por la materia prima en la etapa previa a la entrezafra. Así, el precio de la leche al productor debería registrar su quinta suba consecutiva en junio y podría, incluso, superar el mayor nivel registrado en 2017.
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Fuente: Blasina y Asociados
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