El barro genera inconveniente en los tambos. Es importante tomar precauciones para evitar todo cuanto sea posible sufrir dificultades sanitarias, la mastitis por ejemplo, que genera grandes pérdidas.
La Dra. Vet. Florencia Ponce De León realizó consideraciones sobre la lechería y las dificultades sanitarias que pueden ocasionar más lluvias.
Abril se presenta barroso. El barro es el resultado natural de la sucesión de lluvia y humedad. Y el barro genera inconveniente en los tambos. Es importante tomar precauciones para evitar todo cuanto sea posible sufrir dificultades sanitarias, la mastitis por ejemplo, que genera grandes pérdidas.
La Dra. Florencia Ponce De León abordó el tema en el último número de Correo Lechero.
“La sucesión de lluvia y humedad ha tenido como resultado mucho barro (…) al mismo tiempo tenemos una proporción importante de vacas recién paridas y vacas en el pre-parto con condiciones ambientales nada favorables”, escribió.
Explicó que la vaca pre-parto posee “su sistema inmune deprimido, quedando muy expuesta a los patógenos del ambiente”.
Por eso, “las mastitis de origen ambiental” constituyen “un riesgo potencial al que debemos estar atentos”, advirtió.
Llamó a “extremar todas las medidas de cuidado en la prevención de estas mastitis ambientales que podrían generar graves pérdidas económicas en el tambo, tanto por pérdidas en el precio de la leche (calidad), como por la menor producción” del producto.
DISMINUCIÓN DE POSIBILIDADES
La profesional escribió que para “disminuir “las posibilidades de ocurrencia de Mastitis Ambiental hay que centrar esfuerzos “en bajar la carga de bacterias presentes a nivel de piel de pezones, próximos al orificio de entrada de la glándula mamaria”.
Ponce De León apuntó “algunas herramientas” con el fin de “ayudar” en prevenir el mal.
Primero, “si tenemos algún potrero pre-parto extra en mejores condiciones, debemos utilizarlo para cambiar esas vacas de lugar y así bajar la carga de patógenos ambientales en donde se encuentran”.
Segundo, el “sellado de pezones diario en vacas preparto”.
Agregó que “con las vacas del pre-parto una práctica que puede ayudar es el ingreso de las mismas en forma diaria a la sala de ordeñe (fuera del horario de ordeñe habitual), para aplicarles el sellador tradicional o sellador tipo de barrera”.
El sellador “estaríamos matando las bacterias presentes en la piel de los pezones disminuyendo las posibilidades de tener episodios de mastitis”. Además esa maniobra contribuiría “en el caso de vaquillonas al acostumbramiento de esta categoría al ordeñe”, agrega la Dra. Ponce De León.
Tercerol, la desinfección pre-ordeñe (pre-dipping). El pre-dipping es un desinfectante que se aplica previo al ordeñe de las vacas para “reducir las bacterias que estén en la piel de los pezones para evitar así su ingreso a la ubre durante el ordeñe. Posee resultados altamente comprobados.
El pre-dipping se aplica con copa de sellado tradicional, cubriendo toda la piel del pezón, hasta la base. Se debe dejar actuar por 30 segundos, paso fundamental para que pueda matar las bacterias presentes.
La aplicación luego se remueve con papel descartable, ya que de lo contrario podría detectarse como inhibidores en la leche remitida a la planta.
Cuarto, uso de sellador de barrera post-ordeñe. “El sellador de barrera es un sellador diferente al de uso tradicional. Además de ser desinfectante, forma una delgada capa entre la piel del pezón y el ambiente”.
Lo anterior hace de “barrera física, para disminuir la entrada de las bacterias a la glándula mamaria”, indicó la Dra. Florencia Ponce De León, Se trata de “una herramienta que se puede considerar frente a determinadas situaciones climáticas como la que estamos atravesando, concluye.
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