Representantes de las industrias proveedoras de leche para la merienda escolar, a quienes el Gobierno adeuda unos G. 13.000 millones, se reunirán hoy con el gobernador del departamento Central, Blas Lanzoni, para discutir las diferencias respecto a los pagos pendientes, según señalaron ayer fuentes de la Cámara Paraguaya de Industriales Lácteos.
Ayer, el citado gremio anunció inicialmente que emitiría un comunicado como respuesta a la emitida por Lanzoni. Eso fue debido a que las empresas lácteas habían responsabilizado a Lanzoni de quedar desierta, la semana pasada, la licitación por la leche para la merienda escolar.
Los industriales habían afirmado que Lanzoni no abonó el 87% de la deuda del 2016 a las empresas, y que solo había pagado el 74%, con lo que no se habría cumplido el acuerdo.
Sin embargo, Lanzoni, en su defensa informó que “Haciendo transfirió G. 22.000 millones, a lo que la Gobernación sumó más de G. 2.000 millones de su presupuesto del 2017, pagando no solo el 85%, sino un poco más, es decir el 93% de la deuda del 2016, quedando un saldo de todos los años un total de G. 5.000 millones”, acorde con el comunicado de la Gobernación.
“Solo faltaba pagarles, y calendarizar por parte de Hacienda, el pago de la deuda restante que, de palabra ya estaba puesta sobre la mesa”, añade la nota publicada por Lanzoni, a través de las redes sociales.
Agrega, sin embargo, que los primeros días de marzo, ante el tercer llamado, los industriales lácteos estuvieron ausentes en la licitación del fundamental alimento para los niños.
“El pasado jueves 2 de marzo se tuvo una última reunión en el Ministerio de Hacienda, dicha cartera de Estado prometió que se efectuaría una nueva transferencia y con un calendario de pago para efectivizar el saldo de un poco más de G. 5.000 millones, en forma cuatrimestral. Es decir, cada cuatro meses se transferiría el dinero, cancelando toda la cuenta del 2016 en este 2017”, manifestó Lanzoni.
Así también, afirmó que hizo todo lo humanamente posible para salvar este conflicto, poniéndose de parte de los proveedores, según expresiones vertidas en el comunicado difundido.
Culminó la siembra de maíz zafriña con 15 días de atraso y serios indicios de no repetir el récord de millón de hectáreas a nivel país, manifestó Hermes Aquino, presidente de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, filial Caaguazú. Este año se prolongó por cuestiones climáticas la cosecha de soja hasta el mes de febrero.
“En todos los años en esta época, el maíz ya estaba grande, la soja zafriña ya estaba toda afuera también y este año el atraso es muy grande”, expresó.
Comentó que muchos productores cancelaron pedidos de semillas, atendiendo a que son conscientes de que la siembra del maíz zafriña realizada en el mes de febrero, solo podía apuntar a un rendimiento del 50 por ciento de lo que hubiera alcanzado si se sembraba en enero.
“El 50 por ciento del maíz se dejó de sembrar. La gente empezó a sembrar soja zafriña porque es más viable al pasar enero. Eso va a impactar en algún momento, porque con la cantidad de animales que se tiene en confinamiento va a subir el precio del maíz, por lo menos a nivel interno”, adelantó.
Por su parte, Adir Lui, de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, de Santa Rita, indicó que por la perspectiva de precio, no hay incentivo para sembrar maíz y espera que mejore más adelante, “porque ahora se está hablando de U$S 80 la tonelada, y el costo de la semilla equivale a una cosecha de 3.000 kilos por hectárea, o sea que hay que superar ese rendimiento para tener un ingreso. Es absurdo, con ese cálculo, no vas a sembrar nunca maíz”, recalcó.
En el 2016, el rendimiento del maíz zafriña fue de 4.700 kilos por hectárea, según registros de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas. Sembrado fuera de época, se teme que el maíz zafriña este año rinda un 50 por ciento, o sea, 2.300 kilos por hectárea, por debajo de los rindes de empate en costos de 3.000 kilos por hectárea.
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