Los locales en los que se corre el rumor de que hay producto deben ser custodiados por la policía para evitar trifulcas
Desde hace más de tres meses desapareció la leche, en todas sus presentaciones, de los abastos y automercados de las islas de Margarita y Coche, lo cual ha obligado a cambiar los patrones de alimentación de niños y personas mayores.
Ante esa situación, los isleños salen a la caza de leche, en polvo o líquida, y se forman en largas colas en las que se anuncia la venta racionada del producto.
El fin de semana vendieron dos kilos de leche en polvo por persona en la sucursal de una cadena de supermercados en la avenida El Valle, donde se reportaron alteraciones del orden debido a la impaciencia de la gente.
Sandra Díaz aseguró que estaba en el establecimiento cuando se percató de que estaban sacando los sobres de leche en polvo para venderla en el exterior del local y cuando logró salir ya la fila era interminable.
“Tenemos que salir en un solo peregrinar para poder alimentar a los niños y a los viejitos. Por ejemplo, yo tengo a mi papá ya ancianito y lo único que come en el desayuno es avena. A mi bebé de dos años le mezclaba el cereal con leche condensada, pero también desapareció”, enfatizó.
Mientras, funcionarios del Indepabis y del Estado Mayor de la Alimentación inspeccionaron el mercado de Conejeros en busca de alimentos acaparados.
“No encontraron nada. Nosotros no recibimos despachos porque no hay producción. No es justo que nos maltraten y humillen. Estamos trabajando con lo poco que hay para no tener que cerrar nuestros negocios”, recalcó Belinda Verde, vendedora del mercado.
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