Este artículo de opinión lo escribí hace varios años y lo podrán constatar en la relación de actos del gobierno, todos fallidos, en materia agrícola y pecuaria. Pero dada la emergencia es necesario reeditarlo. Durante esta semana que culmina se presentó en Aragua el Ministro de Tierras Juan Carlos Loyo, y conjuntamente con el gobernador Tareck El Aissami hizo un aporte importante para el desarrollo agrícola de Aragua. Ciertamente no pasa a ser sino un aporte más a un sector que en Aragua no termina de arrancar, a pesar del potencial que tenemos. Esta visita que les narro fue en febrero con el ex ministro Loyo, hoy tenemos otro ministro.
Digo esto, en virtud de que el propio gobierno nacional no ha podido esconder su cifras rojas en materia agrícola y pecuaria, pero además el gobierno nacional ha tenido que acudir a bolsas agrícolas internacionales para satisfacer las demandas nacionales en muchos cereales y carne vacuna y a la par el propio Banco Central explica que la inflación en los alimentos es más elevada que en otros rubros y para mal de los aragüeños, nuestro estado aparece en el ranking de las ciudades más caras de Venezuela. Hoy, la primera gira del presidente Maduro es al sur del continente para buscar alimentos. Es por ello que hoy les opino sobre las políticas públicas agrícolas en Aragua. Veamos.
En un diario regional apareció hace meses una noticia que informaba sobre la compra por parte de la Alcaldía de Mariño de 40 burros para agricultores de un sector en el municipio de difícil acceso. Sin duda jocoso, pero cierto. Aunque nosotros en Aragua no tuvimos el auge de los gallineros verticales, si cuando empezó toda esta parafernalia agrícola un ex alcalde de Maracay decidió sembrar en la zona ferial de San Jacinto su paño de cilantro, ají dulce, tomate, etc. Obviamente, al tiempo ya todo estaba enmontado. Hoy funcionan unas canchas de futbolito.
Otro caso que tuvo su furor fue cuando el padre del ex gobernador Rafael Isea con bombos y platillos dijo que en los terrenos militares de Las Ballenas se sembraría maíz a granel para satisfacer la demanda regional. Obviamente el maíz se le pasmo. Y así en Aragua hemos ido de experimento en experimento y de fracaso en fracaso y de trampa en trampa. Los valles de Tucutunemo también fueron intervenidos, donde no había latifundio pero sí pequeñas fincas altamente productivas; hoy muy poco se está produciendo en las expropiadas. También el caso de la familia Vollmer que decidió entregar voluntariamente parte de los valles que tenían sembrado de caña de azúcar a la orilla de la autopista regional del centro y donde el gobierno colocó unos galpones para cultivos organopónicos y que finalmente fueron descubiertos que estaban llenos de monte y paja.
Esa ha sido nuestra reciente historia agrícola de 14 años del actual gobierno. Ahora bien, hay un nuevo gobernador que quiere impulsar la producción agrícola en Aragua y nosotros tenemos el deber de creerle. Queremos creer. Pero también tengo el derecho a realizar mis ideas y sugerencias:
1) Cualquier política agraria o pecuaria que se haga en Aragua debería contar con la opinión científica o técnica de las facultades de agronomía y veterinaria de la Universidad Central de Venezuela, que tienen su sede en Maracay.
2) Hay que aprovechar al máximo el lago de los Tacarigua, embalse de Camatagua y embalse de Taiguaiguay, es realmente ilógico no desarrollar una política agraria a espaldas de estos lagos.
3) Firmar un convenio con organizaciones campesinas que jamás y bajo ningún concepto se entreguen estas tierras a extranjeros, como sucede en el Zulia, donde actualmente hay Rusos sembrando plátanos.
4) Impulsar una ley aragüeña que proteja socialmente al trabajador del campo y que tenga más beneficios y que las empresas agrícolas del estado venezolano se comprometa aun más a cumplirle fielmente y se le respeten sus derechos sociales en el campo.
Así, muchos de nosotros podemos hacer nuestros aportes si el actual gobernador convoca un gran diálogo por el desarrollo agrícola y pecuario del estado Aragua. En lo particular he escrito sobre esto en varias ocasiones y no me canso de alabar las bondades que se nos han dado en Aragua en este ámbito, donde incluso hoy reafirmo que en Aragua tenemos plenas condiciones y facultades para autoabastecernos en materia de alimentos, bovinos, porcinos, aves y pescados.
Es claro que del gobierno nacional se ha dado la orden de «montar entrega de créditos agropecuarios» en los estados para contrarrestar el estruendoso fracaso de la misión agro-Venezuela, que después de 15 años del chavismo ha tenido que salir el presidente Maduro corriendo al sur a buscar comida. Solo falta tener la voluntad para hacerlo y se nos convoque a un gran entendimiento por Aragua. Mientras tanto, en Aragua no se consigue un kilo de leche. Fuerza y fe Aragua.
Guillermo Luces
guillermoluces@hotmail.com 0414/4521712
Twitter:@guillermoluces