A diferencia de otros productos que se esfuman como pólvora de los supermercados, la leche recombinada o parcialmente descremadas, y la descremada se encuentran “abolladas” en los anaqueles.
A simple vista parece el oro en polvo codiciado por todos. Muchos miran la bolsa, se emocionan, corren a tomar una; pero cuando ven el precio y la palabra “recombinada”, la decepción aparece en sus caras y las vuelven a dejar en el estante.
“Está muy cara, cuesta casi 250 bolívares y no saben igual que la leche en polvo completa, es muy dulce. Prefiero dar 200 o 250 bolívares por un paquete de completa en los buhoneros que comprar esas recombinadas o semidescremadas”, contó en la caja de un súper la señora Fanny, jubilada.
Y es que al contrario de la leche completa regulada en Bs. 30 y que “vuela en una hora cuando llega, las recombinadas puede pasar días en los anaqueles. “Muy poca gente se las lleva por el precio. Las personas que hacen dieta son quienes la compran; pero dicen que prefieren las que son completamente descremadas; pero que muy poco se consiguen”, dijo a este rotativo un jefe de pasillo.
Y es que ante la intensa escasez del rubro en polvo completo, que ya lleva siete años desaparecida de los anaqueles del país, las empresas lácteas han optado por ofrecer estas presentaciones que no están reguladas y que pueden sacar mayor ganancia; pero que no son muy demandadas por sus altos precios.
“Esas presentaciones recombinadas y semidescremadas son las únicas que se consiguen, las descremadas, igual que las completas están desaparecidas, y eso no puede ser. La reguladas no aparecen; pero abundan las caras”, se quejó Rosa Inés Pérez, ama de casa.
En un recorrido realizado por este diario se observó que los precios varían según la marca y el supermercado. Oscilan entre 242 y 290 bolívares; lo que representan hasta 866% de alza en comparación al precio regulado de la leche completa (Bs. 30); pero es una cifra similar a la ofertada en el mercado informal.
La leche descremada también se consigue a ese precio.
La situación con la leche completa sigue grave. Los inventarios siguen bajando y la importación del rubro, por parte de privados, prácticamente es nula; pues el precio internacional no lo compensa el regulado.
El Ejecutivo nacional sigue evaluando ajustar su precio y pasar este rubro a la tasa Sicad I, según informaron fuentes ligadas al Gabinete Económico recientemente.
Hasta ahora, se han ajustado el pollo, el arroz, azúcar, las compotas, el agua mineral y el papel higiénico. Aún faltan la leche en polvo y líquida, la carne de res, la pasta, así como el aceite y la harina de maíz.
El ministro de Agricultura y Tierras, Yván Gil, anunció recientemente que en los próximos días el despacho agrícola, junto con Alimentación y la Superintendencia de Precios Justos, emprenderá un proceso de revisión de las estructuras de costos de las empresas privadas del sector alimentos.
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