Más de 3.000 productores terminaron de pagar ayer el segundo Fondo Lechero (FAL) y a pedido de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), la ley no será derogada para que sea usada ante cualquier emergencia.
El presidente de la ANPL, Eduardo Viera, dijo anoche a El País que «el sector lechero demuestra una vez más lo confiable que es y lo buen cliente que puede ser para cualquier institución financiera, por ser una producción que se cosecha todos los días y por tener a la industria como agente de retención. Fue una herramienta muy válida». Terminar de pagar el FAL es un alivio para el productor, en momentos complicados como el actual.
«Hay poco volumen de leche, gastos sanitarios por animales tratados con antibióticos, así como leche descartada que no se puede enviar a la industria», explicó Viera.
El FAL abarcó a todos los productores remitentes a planta, menos los queseros.
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