La demanda rusa por quesos está compensando parcialmente la retracción en las ventas a Venezuela, el principal mercado para ese producto.
Venezuela no está habilitando ninguna de las etapas necesarias para concretar exportaciones: licencias, autorización de divisas y código de reembolso. “Sin la carta de crédito, difícilmente alguien le exporte”, señaló el director de Claldy, Erwin Bachmann, al programa Tiempo de cambio de radio Rural.
La firma está “desviando” hacia Rusia parte de los envíos que tenían como destino Venezuela si bien este país sigue siendo el que ofrece mejores precios. Es así que aumento de la demanda rusa por lácteos locales es “sin duda” un amortiguador de la caída de precios internacionales.
Claudia Elizalde, gerenta de exportaciones de Calcar, expresó que se sigue recibiendo muchas consultas desde Rusia luego que Moscú aprobara un embargo a las importaciones de la Unión Europea, EEUU, Australia, Canadá y Noruega. Hay consultas de viejos y nuevos clientes desde un destino que prácticamente no demandaba quesos.
Hasta ahora no se ha formado el mercado y hay una gran brecha entre los valores que se manejan en el mercado. “Creemos que esta resolución de Rusia no va a ser a largo plazo, es una oportunidad que hay que aprovechar ahora”, remarcó.
Para la gerenta de exportaciones de Calcar, la situación de Venezuela en momentánea, con posibilidad de que se resuelva en el corto plazo.