Preocupa a gremiales lecheras que el conflicto se generalice en el sector
La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) realizará mañana un paro de dos horas por turno en las empresas de sector, en el que se informará de la situación de conflicto interno en el gremio de Indulacsa Planta Cardona (Groinca), circunstancia que podría llegar a tener medidas más fuertes.
Este panorama que tiende a agravarse, y que se considera que deja a todos los productores lecheros como “rehenes” de un conflicto interno sindical de una empresa, fue motivo ayer de una reunión urgente de la Mesa de Gremiales Lecheras, informó a El Observador el vocero del encuentro, el secretario de la Cámara de Productores de Leche, Darío Jorcin.
El conflicto se originó cuando una asamblea de trabajadores de Indulacsa decidió destituir a fin de mayo a la directiva de Groinca, lo que permitió que la empresa, que había anunciado que cerraría la planta al 30 de junio por el mal relacionamiento sindical, revirtiera la decisión y anunciara que continuaría con sus actividades.
Sin embargo, la nueva directiva de Groinca no fue reconocida por la FTIL, que amenaza con generalizar el conflicto a todo el sector de la industria láctea si no se revierte la integración y el funcionamiento de Groinca, cuyos miembros fueron desafiliados de la FTIL.
La reunión de los tamberos, que se cumplió ayer en la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), expresó su preocupación de que “nuevamente una minoría dentro de los integrantes de la cadena, a través de actitudes irreflexivas, pone en jaque el esfuerzo de la mayoría por mantener y atraer inversiones al país, con el propio gobierno como principal abanderado”.
Los dirigentes de los productores lecheros remarcaron que “como defensores a ultranza del diálogo como la herramienta fundamental para llegar a las mejores soluciones, rechazamos el corte unilateral del mismo como respuesta repetida por las nombradas minorías”.
Las gremiales lecheras convocaron a la dirigencia sindical a “reconsiderar este tipo de procedimientos ya perimidos y, por el bien de todos, a sumarse al deseo y el esfuerzo de la mayoría de los uruguayos para seguir atrayendo inversiones, sostener la imagen de país serio, amigable y con reglas claras en todos los órdenes de la vida y del trabajo”.
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