Si las empresas no pueden cubrir el costo de arrendamiento es riesgoso para su sustentabilidad.
Todas las empresas CREA presentaron una caída en sus ingresos de capital, aunque todavía siguen siendo buenos. Sin embargo, hay varias luces amarillas. Por ejemplo, si las empresas no logran cubrir el costo del arrendamiento, como sucede en el 50% de las empresas CREA agrícolas ganaderas analizadas en el Ejercicio 2012/2013, comenzarán a transitar por un camino negativo para la sustentabilidad.
Así fue planteado por el coordinador ganadero y agrícola ganadero de la Federación Uruguaya de grupos CREA (Fucrea), Ignacio Buffa, en diálogo con El Observador Agropecuario, luego de la presentación en la 31ª Jornada de Información Económica que se realizó el viernes pasado en el LATU.
Ejemplificó que en un momento en el que está instalado el tema de la sucesión generacional, si una empresa pasa a pertenecer a tres hermanos y uno de ellos no está vinculado al quehacer agropecuario, el testigo que pueden tener los otros dos es el valor del arrendamiento a precio de mercado que deberían pagar.
Por lo tanto, si no logran pagar ese arrendamiento, eso constituye otra señal de alerta a los sistemas de producción. Pero, además, esa es la realidad actual para los productores que arriendan campos, admitió Buffa.
En consecuencia, la única alternativa para mejorar la situación es elevar la productividad, donde disponer de información sobre lo que sucede en los sistemas “nos sirve para hacer los ajustes necesarios en los diferentes planteos para lograr mayor eficiencia”.
Si por el lado de los precios no existen mayores perspectivas de mejora y los costos tienen presión a la suba, la única alternativa que tiene la empresa es mejorar la eficiencia, sostuvo Buffa.
La lechería sigue pujante
En las empresas CREA lecheras se pudo comprobar en el pasado ejercicio un buen resultado en el ingreso de capital (US$ 434 por hectárea), el tercer mejor valor de la serie analizada, a pesar de la caída de 28% que representa con relación a 2011/2012.
Igualmente se trata de un buen resultado, lo que ocurre es que en el ejercicio anterior el guarismo fue excelente –US$ 605 por hectárea–, en tanto que este año se espera también que sea un buen resultado, si se tiene en cuenta que el ejercicio que está en curso comenzó con muy buenos precios de la leche al productor, explicó a El Observador Agropecuario el coordinador lechero de Fucrea, Mario Fossatti.
En su opinión, los precios de son muy buenos y la mayor parte de la producción se logra en esta época del año y las condiciones climáticas han sido favorables, facilitando una buena producción de pastos; las lluvias han sido las necesarias y se han instalado bien las praderas y verdeos de verano. También los precios de la leche siguen siendo buenos, sostuvo el experto.
Esta nueva realidad productiva del sector lechero viene operando desde hace seis años y resulta marcadamente diferente al histórico de la lechería nacional, con precios de la leche al tambero por encima de los US$ 0,30 por litro. A su vez, se registran valores altos en producción bruta del orden de US$ 2.500 por hectárea y costos también elevados de unos US$ 1.800 por hectárea, describió el especialista de Fucrea.
“Como se podrá apreciar, se generó un aumento sensible de la productividad lechera de la mano de esos precios, pero ese tipo de aumentos exige dar más cantidad de concentrados, como se está haciendo; exige mayor productividad de las pasturas y mayor atención en el cuidado de los animales, con lo cual el negocio ganó en complejidad”, sostuvo Fossatti.
En esa mayor complejidad se incluyen aspectos relativos a manejo de los animales, cobertura de precio, eficiencia del uso de los recursos y del personal, manejo adecuado de todos los factores de producción, cuidado ambiental y bienestar de los animales porque las vacas de hoy producen más de 20 litros; en Fucrea hay productores con 28 a 30 litros diarios de promedio anual. Por lo tanto, la tecnología que hoy está disponible en la lechería es muy distinta a lo que era no hace mucho tiempo y los productores en la medida de sus posibilidades se van ajustando a esos cambios, sostuvo Fossatti. l
Luces y sombras
Los resultados de las empresas CREA agrícolas ganaderas durante el último ejercicio no fueron malos, si se tiene en cuenta que incluyó los malos rendimientos y baja calidad que experimentaron los cultivos de invierno de trigo y cebada del año pasado. A su vez los cultivos de verano registraron datos físicos de producción interesantes y por lo tanto unos compensaron a los otros, y no hubo que lamentar una caída muy brusca en los resultados económicos, dijo a El Observador Agropecuario el presidente de la Asociación Uruguaya de Siembra Directa (Ausid).
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