La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) amenaza con iniciar un conflicto a nivel nacional si el gobierno reconoce al nuevo sindicato de la planta de Indulacsa. El gremio pidió una entrevista al presidente José Mujica.
Los trabajadores lácteos realizaron ayer dos horas de paro en todas las plantas del país debido a la decisión de los trabajadores de la empresa Indulacsa (de la ciudad de Cardona, Soriano) que hace pocos días nombraron un nuevo sindicato, el que es desconocido por la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL).
Hebert Figuerola, directivo del gremio lácteo, informó ayer que la FTIL pidió una entrevista a Mujica y al ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, para analizar la situación. Y advirtió que si el gobierno reconoce al nuevo sindicato de Indulacsa (donde trabajan unas 200 personas) se endurecerán las medidas.
«Si se recibe a estas personas (por los nuevos sindicalistas) tomaremos medidas más graves. Rechazamos la intención de impulsar un sindicato paralelo y la intromisión que está realizando la empresa queriendo violar la libertad sindical existente», dijo el sindicalista, quien indicó que en tal escenario, la próxima medida a tomar será la no realización de horas extras en todas las plantas de producción de la industria.
El sindicalista indicó que los problemas en Indulacsa se deben a una mala gestión de la empresa que está tomando de rehenes a los trabajadores, y ha traído entre otras consecuencias el corrimiento de productores hacia otras plantas.
La semana pasada, una asamblea de trabajadores de Indulacsa deslegitimó a las autoridades del sindicato y nombró a una nueva dirección gremial, con el objetivo de seguir negociando con las autoridades de la empresa (cuyos capitales son mexicanos) que había amenazado con cerrar la planta.
Los responsables de la firma habían advertido al ministro Brenta que si la anterior dirección gremial se mantenía en funciones, abandonaría el emprendimiento. La empresa acusó al gremio de entorpecer la operativa de la planta.
«Lo que está pasando actualmente es una revuelta interna del sindicato, pero en lo que concierne a la empresa, la verdad es que estamos cansados. Nos han hecho la vida imposible. Nos han negado todo, nos lo prohibieron todo, desde la producción hasta las ventas que nos hicieron caer a Brasil» declaró el director de la firma, Pablo Asci a El País, días atrás desde Argentina.
A fines de junio el ejecutivo viajó a México para convencer a los inversionistas de mantener el proyecto, cosa que finalmente logró. Asci se había comprometido a realizar esa gestión ante el ministro Brenta.
Como la FTIL no reconoce al nuevo sindicato de Indulacsa, el gremio nacional desafilió a los 11 miembros y otorgó un plazo para que los otros 96 trabajadores que participaron de la asamblea en la que se destituyó a la anterior directiva tomen una decisión.
En los próximos días la FTIL realizará una nueva asamblea y los trabajadores que no asistan quedarán excluidos de la gremial y, por lo tanto, también del Pit-Cnt, según explicó días atrás el dirigente gremial Robert Romaso.
Pablo Besón / Pablo Meléndrez
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