En 2014 la familia Antognazza celebra 100 años en la producción lechera y lo festejará este sábado al mediodía con la 31ª edición de su remate anual de toros Holando. La actividad se desarrollará en el propio establecimiento, ubicado en el kilómetro 84,500 de la ruta 3, en el departamento de San José.La oferta será de 50 toros de pedigrí en edad de servicio, cuyas madres y abuelas promedian más de 10 mil kilos de leche y califican MB 85. Habrá hijos de reproductores de primer nivel internacional como Planet, Sanchez, Superstition, Shottle, Feaver, Jasper, Gerard, Caruso, Baxter y Armond.La oferta de reproductores se complementa con 20 vaquillonas SH próximas a parir, con generación, y 40 vaquillonas SH próximas a parir y recién paridas.Rematarán las firmas Di Santi & Romualdo y Walter Martínez dos Santos, con administración propia. Habrá 180 días de plazo y 4% de descuento por pago al contado. Las firmas rematadoras se suman a los festejos de la familia Antognazza y no cobrarán gastos a los compradores de toros. Además habrá flete gratis.La 31ª edición del remate anual de El Chivo se promocionó con un afiche que tiene como protagonista una vaca SH de cabaña El Pañuelo, de Raggio, que es hija de Don León 3344 Gibson Darkstar, un toro vendido en el remate de El Chivo. Esa vaca fue Gran Campeona SH en las exposiciones de San José, Tarariras y Cardal, y además fue elegida Vaca SH del Año en 2013 por la Sociedad de Criadores de Holando del Uruguay.Historia
Julio Antognazza, titular de El Chivo, explicó en la conferencia de prensa sobre los 100 años del tambo de su familia.“Hace 100 años que la familia Antognazza está ordeñando vacas, todos los días, sin interrupciones. Somos nosotros y dos ramas más de la familia que seguimos ordeñando vacas. No disponemos de documentos que avalen los 100 años del tambo, pero sí tengo el testimonio de mi padre que lo repitió muchas veces. Él me decía que a los 9 años iba al tambo de su padre a ayudar como apoyador. Mi padre nació en 1905, así que en 1914 ya se ordeñaban vacas en mi familia”, explicó el productor y cabañero.“Estuve esperando este momento basado en el testimonio de mi padre. Mi abuelo era Toribio, que nació en 1869. Al principio la leche se traía a Montevideo en tren, la estación estaba a ocho kilómetros del tambo. Después vino la fundación de Conaprole. Primero se mandaba a una industria de españoles que se llamaba Cole, pero era muy difícil cobrar, por eso los productores después formaron la cooperativa. Conaprole se fundó el 1º de junio de 1936 y mi abuelo fue uno de los primeros en remitir leche ese día”, señaló.Sobre la historia de la cabaña señaló que la primera vaca se compró en 1964 y que en 1965 se inscribió el primer ternero. “Para mí la primera inscripción de un ternero con el prefijo de la cabaña marca la antigüedad”, dijo.El cabañero destacó además que la cabaña tiene su continuidad generacional asegurada, ya que su hijo Julio Eduardo seguirá al frente de la firma.
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