La octava baja consecutiva en el remante de Fonterra encendió definitivamente una luz de alerta para las industrias y productores lecheros. La leche entera en polvo cerró en promedio algo por encima de US$ 3.500 por tonelada, un verdadero desplome respecto a los US$ 5.000 por tonelada que hoy marcan algunas de las entregas de contratos pactados por la industria uruguaya con anterioridad a la tendencia bajista de los precios internacionales de los lácteos.
Sin embargo, a juicio del secretario ejecutivo del Instituto Nacional de la Leche, Gabriel Bagnato, con un costo de producción que ronda los US$ 0,33 por litro en los países más competitivos, parece “inviable” que pueda sostenerse una cotización para la tonelada de leche en polvo en valores que estén entre US$ 3.300 y US$ 3.500 la tonelada por un período prolongado. En diálogo con IT Lechería, el ejecutivo recordó que en 2012 aconteció algo similar cuando la tonelada de leche en polvo alcanzó un piso de US$ 2.500 la tonelada y luego inició un sostenido crecimiento hasta posicionarse por encima de los US$ 4.000.
Agregó que la baja de los precios internacionales de los lácteos es algo “normal” que no debe “sorprender” a esta altura del año porque se está saliendo de la primavera en el Hemisferio Norte (EEUU y Europa). No obstante, Bagnato reconoció que “llamó mucho la atención” las caídas anteriores que mostraron las subastas de Fonterra.
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