Asumieron las autoridades del Instituto Nacional para el Control y Mejoramiento Lechero.
Comenzó a funcionar el Instituto Nacional para el Control y Mejoramiento Lechero, cuyas autoridades esperan colmar la expectativa de los productores sobre la necesidad de disponer de una base genética única en el país.Juan Ignacio Mangado, quien ayer asumió como presidente del flamante instituto, dijo a El Observador que se trata de la fusión del anterior Instituto Nacional para el Mejoramiento Lechero y Control Lechero de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), que luego de trabajar muchos años en forma separada gracias a la conjunción de esfuerzos de sus directivos lograron unificarlos institucionalmente para efectuar la tarea de control y registro de información de los rodeos lecheros.El consejo está integrada por cuatro personas que provienen del anterior Instituto Nacional para el Mejoramiento Lechero y tres personas propuestas por la ARU. Mangado admitió que ahora la nueva institución tiene por delante grandes desafíos y principalmente colmar las expectativas de los productores que en reiteradas oportunidades “nos habían pedido que existiera un solo control, con el fin de que se pudiera hacer una sola base genética de ganado lechero”.El dirigente admitió que se trata de “un desafío muy interesante y que quienes estamos involucrados en esta gestión esperamos responder a la expectativa que tienen los productores”.Agregó que la misión que tiene el instituto es relevante para el mejor desarrollo de la producción lechera, es una herramienta fundamental para el mejor funcionamiento del tambo, porque le permite saber cuántas vacas va a ordeñar el año que viene, qué vacas tiene que secar, las vacas que tiene en servicio y cuáles son las vacas más rentables del tambo.
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