“Hablar de Conaprole es hablar de cooperativa.Y el fin de una cooperativa es volcar el mayor rédito, social y económico a sus dueños.
Y en el caso de Conaprole que cuenta con una masa de empleados casi más numerosa que la de sus dueños y la cual tiene un poder aparentemente incontrolable, es urgente tomar decisiones de fondo porque de lo contrario su viabilidad se va a ver comprometida.
Ya se han visto infinidad de casos en que no se llegan a formalizar acuerdos entre las partes y la empresa desaparece.
Después con el tiempo se intentan reconvertir a costa de toda la sociedad, ejemplo: Funsa, vidrio, transporte, Pluna, Metzen y Sena, etc. Por eso me parece que no sería una idea descabellada pasar todos los sueldos de Conaprole a litros de leche, o sea, que nadie va a cobrar pesos fijos sino que sus salarios van a ser por litros de leche. Ejemplo: un salario de 1.000 litros de leche por $ 7.50 el litro es igual a $ 7.500. Pero al estar todo el mundo comprometido no tengo dudas que el precio por litro va a ser bastante mas. Y de esta manera indirectamente pasaríamos a ser todos ‘tamberos’.
Se generaría un compromiso entre todos para llevar la cooperativa a un nivel de gestión que la viabilice para un futuro cada vez mas agresivo.
En este convenio estarían incluidas todas las colaterales.
Cuando digo todos los sueldos, quiero decir desde el portero hasta el presidente y todas las colaterales.
Me preocupa sobremanera el futuro del sistema, cuál es el mejor, sobre todo para los productores chicos que son los que no cuentan con volúmenes de leche para poder comercializarla.
Pienso que la parte que no quiera asumir y estudiar este tipo de compromiso es porque tiene otros intereses y esos por supuesto no deben ser los mejores para el sistema cooperativo.
También se terminarían los entredichos: que los empleados son esto o aquello, que la dirigencia tiene este o este otro interés, y a nosotros no nos sirve.
Veo que pasa el tiempo y los problemas son los mismos. Unos para un lado y otros para el otro, y el productor recibe un precio que al estar las partes divididas y no comprometidas de manera real y sencilla con el sistema cooperativo nunca llega a ser el máximo.
Pasaríamos de ser una cooperativa de dos mil familias a una de cuatro mil y ojalá que los empleados mediante este sistema puedan cobrar el doble porque los tamberos también lo cobraríamos.
Los tiempos son cada vez mas rápidos y la leche es un producto perecedero por lo tanto hay que buscar salidas más sencillas.
Ojalá que si esta idea tampoco les parece, igual les ayude a pensar en alguna que sirva para llevar esto a buen puerto en beneficio de todos y del país”.
Ramón Alberto Lasa Arrillaga | Canelones
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