Es realmente complicado trasmitir el estado de ánimo que hoy me acompaña. El evento 121 de Fonterra trae novedades tristes, se derrumbó su índice a niveles desconocidos desde mediados del 2012.
Hoy el índice promedio ponderado luego de una venta de 48,380 toneladas se ubicó en US$ 3,025, con un descenso del 8.4 % respecto al evento anterior ocurrido 21 días atrás. Así como en el arranque de la primavera pasada encontrábamos un mercado firme y en alza, en el arranque de esta nueva primavera, la sensación -y la realidad- es la opuesta.
COMENTARIO DE LOS PRECIOS.
La leche en polvo entera bajó un 11,5 %, cotizando a US$ 2.725, con valores muy flojos en todas las posiciones. Este precio es del orden del 55 % del obtenido en el pasado semestre Agosto/Febrero, es decir una baja del 45 % respecto a entonces.
La leche descremada en polvo promedió US$ 3.264, con un descenso del 6,5 %, también bastante uniforme para todos los seis próximos meses. Esto representa una baja del 30 % respecto a los precios de aquel semestre referido (agosto13/febrero14).
La manteca también sigue aflojando cotizaciones, con una baja del 9,6 % que llevó su precio promedio a los US$ 2.800/ton, lo que refleja un descenso del 38 % versus marzo pasado.
Por último comento el mercado del Cheddar: un afloje del 10,2 %, con promedio de US$ 3.742, lo que representa un 14 % menos que agosto/13 y un 23 % inferior a marzo pasado. Siempre las oscilaciones del queso son menos abruptas.
¿Qué se puede comentar acerca de este escenario que deberemos compartir al menos por un semestre?
En nuestras condiciones, de internalizarse las bajas de estas últimas licitaciones en nuestros precios de exportación, pasaremos a una situación bien compleja, con nulo resto para encarar costos e inversiones indispensables para transitar una primavera bastante particular.
A la suba de dos dígitos en los costos salariales desde el mes pasado, transitando un período electoral exigente en soluciones facilistas, jugados a producir con costos superiores a los 30 centavos de dólar, la lechería uruguaya estará jugando un partido realmente difícil.
La industria exportadora ha estado atenta a la definición del escenario para esta primavera, en espera de los precios que Conaprole esté dispuesta a transmitir; es imposible presupuestar una estación (más bien dos estaciones) sin conocer precios de venta; seguramente el sector disminuirá demandas de insumos y equipos de uso postergable, apelará a una «economía de guerra», y deberá ir exigiendo una adecuación de precios a todos aquellos proveedores de servicios e insumos, según la nueva realidad que se instala.
Todos pasaremos a ser más pobres; probablemente el productor será el primero en recibir el impacto, luego seguirá el resto.
A no desesperar! No hay mal que dure cien años…, ni cuerpo que lo resista; estamos curtidos, estamos alerta, cuidemos el negocio, démosle de comer bien a nuestros vientres, atendamos la empresa quizás con algún endeudamiento adicional, sin perder de vista el objetivo: ser competitivos, vivir decorosamente, arriesgar lo necesario y mantener la esperanza de un rápido reencuentro con el crecimiento.
(El autor de la nota es presidente de la Cámara Uruguaya de Productores de Leche)
Horacio Leániz Carrau
http://www.todoelcampo.com.uy