Entrevista de El Observador Agropecuario al presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche.
Asumió la presidencia de ANPL en un momento muy especial
Efectivamente, hay una situación de precios que no ayuda, con un precio internacional de los lácteos en un bajo nivel, si bien la principal industria que es Conaprole tiene un fondo estabilizador de precios que compensa y el productor logra obtener un valor que actualmente es bastante aceptable. Pero los costos son altos y el margen resulta muy acotado. La situación es mucho más complicada para el resto de las industrias que no tienen ese fondo de ayuda.
¿Está de acuerdo que el clima y los mercados son aspectos coyunturales?
Esa es una realidad, siempre han sido problemas cíclicos. El problema es cómo hace el productor para sortear estos períodos que cuando son muy prolongados no le deja margen para superarlos.
Pero el sector venía bien armado en el aspecto productivo.
El sector venía muy bien, por ello es que el año pasado se produjo mucha leche y creo que en este año también se va a lograr una buena producción, si bien el clima no está acompañando. La falta de lluvias se está sintiendo desde mediados de febrero, lo que determina que la producción haya caído entre 10% y 15% de lo previsto para esta época del año. Esto sin duda incide en la ecuación del productor. Estamos en el otoño y es de esperar que esta situación se pueda revertir en los próximos meses y que pueda aumentar la producción.
¿Se está preparando algún planteo para mejorar la situación?
El pasado jueves 14 se realizó una asamblea en Santa Lucía que reafirmó que la problemática pasa por el bolsillo del productor, donde los precios no están acompañando y el clima tampoco. Los altos cotos y las elevadas inversiones que se han hecho en los predios llevan a tener una gran iliquidez, por lo que estamos abocados a encontrarle soluciones financieras y herramientas para que los productores puedan seguir adelante.
¿Habrá que elegir una buena herramienta financiera?
Se están evaluando las herramientas que se han usado en el pasado. En el trabajo de grupo de ANPL se concluyó que la mejor herramienta y la más conveniente para este momento, por la buena experiencia que se tuvo, es la de la Corporación Nacional para el Desarrollo en la crisis de los años 2008-2009, que se pagó con cuatro años de plazo y dos de gracia. Este planteo se está trabajando con el Instituto Nacional de la Leche (Inale) para poder efectivizarla rápidamente.
¿Hay temor a que se pierdan productores en esta coyuntura?
Efectivamente es una preocupación. Hay muchos productores que están con saldo deudor en Conaprole. En el mes de abril hubo casi 400 matrículas de remitentes en esa situación y no tenemos dudas que en mayo van a aumentar. Si bien en primavera el aumento de la producción puede atenuar algo, también hay muchas cuentas que fueron diferidas para pagar en ese período del año. Además, el precio de la leche no va a estar acompañando y reflejo de eso es que la última venta de Fonterra registró una nueva baja esta semana.
¿Se piensa plantear algunas medidas para atenuar los altos costos productivos?
Es un tema que siempre está en la mesa de análisis. Estamos chequeando permanentemente los costos de producción, especialmente los que tienen mucha gravitación en la canasta de insumos. Pero lo importante es el margen que le queda al productor, ya sea a través de un buen precio o en función de un bajo costo. Es claro que siempre el productor debe estar apoyado por una buena condición climática, que ahora no se está logrando.
¿Desde el punto de vista predial están preparados los tambos para esta coyuntura?
En general el productor lechero está preparado para encarar –con inversiones– distintas etapas de crecimiento, lo que le permite manejar bien la situación, siempre que no se presenten dificultades que se prolonguen demasiado.
El productor es un tomador de precios, ¿por lo tanto su única alternativa es mejorar su gestión?
Siempre creemos que de las porteras para adentro es donde están las mejores soluciones. Todos sabemos que los tamberos con mayor productividad son los que logran superar mejor los momentos adversos, tanto de clima como de precios. El sector tiene todavía mucho margen para crecer, pero entendemos que se debe reconocer el esfuerzo que hace el productor brindándole mejores condiciones de trabajo.
Cuando se habla de crecimiento, ¿también se incluye el mejoramiento genético?
Entendemos que el crecimiento en el tambo pasa fundamentalmente por alcanzar en el predio una mayor productividad por unidad de superficie, por la cantidad de litros de leche por hectáreas producidas. Creo que es la medida que más se maneja y en realidad los productores que alcanzan mayores niveles de productividad son los que logran una mejor ecuación económica y al final es lo que vale.
¿Cómo se entra al período otoño-invierno en materia de reservas para el ganado?
En materia de reservas estamos bien, porque en realidad hubo una muy buena primavera y el verano, especialmente en enero, ayudó mucho para poder hacerlas. Lo que está preocupando es que se empezó a consumir hace casi dos meses ese alimento, en general previsto para los requerimientos de invierno. Esto ha determinado que la realidad de hoy de nuestros campos en materia de pasturas, sea bastante menor a igual época de 2014.
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