¿Qué sucederá en el futuro de la lechería regional y nacional? La pregunta cada vez cobra más vigor, y al mismo tiempo la respuesta se torna amenazante.
En las cercanías de la ciudad de Durazno se construye aún, ya en funciones parciales de su estructura, el megatambo. Una de las ingenierías más ambiciosas del país en materia de producción de leche y otros productos, le asegura larga vida a la lechería en la región. Además, tambos circulares para cientos de animales en ordeñe (propiedad de la familia Vera, también en la zona de influencia de la ciudad de Durazno) hacen pensar en un horizonte de dividendos al sector.
Pero… todo tiene un pero. Los momentos que vive la lechería en la región no son los mejores. Cierre de tambos en la vecina república Argentina, matrículas en rojo en Conaprole, el precio de la leche en caída.
La situación es compleja, y roza a la economía de los emprendimientos lecheros de la zona. Los bajos precios de los mercados internacionales, la sequía de otoño que golpea al Uruguay. Todo ayuda y nada colabora para que el sector salga de sus apuros. Al día de hoy más del 20% de las matrículas de productores remitentes a Conaprole se encuentra con números rojos.
La cifra preocupa y alarma. “Se espera un aumento de este número en los próximos meses”, señaló Walter Frisch, vicepresidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL).
Los productores lecheros y sus gremiales le piden ayuda al gobierno, plazos, créditos, flexibilidad. “Pedimos a las autoridades que se instrumenten herramientas financieras a corto plazo con menor impacto que el FAL ya que los productores tienen antecedentes de buenos pagadores. Necesitamos medidas para este mes porque el sector no puede esperar más. El tambero no puede esperar”.
Los tamberos aducen que están trabajando a pérdida, lo cual tiene un mayor impacto aún pues se viene de varios años de bonanza.
La producción se mantiene a fuerza de costos, y la viabilidad es nula.
Esta misma situación se repite en Argentina, donde las palabras ‘cierre’ y ‘tambos’ se pronuncian unidas y con temor.
En la vecina orilla los productores le piden al gobierno que se amplíen las compensaciones y que se posterguen los pagos de impuestos, ante el temor de cierres masivos de tambos.
Quiebras rojas
La quiebra en las empresas está a la vuelta del almanaque. Las causas con muchas y se emparentan con Uruguay. Por ejemplo, aumentos de costos, sequía, industrias que demoran los pagos, etc. “Muchos están pensando en dedicarse a otra cosa, pero no saben qué hacer. La agricultura también está mal, y si venden las vacas que tienen deben pagar Ganancias”, afirmó Carlos Brave, coordinador de la Mesa Nacional de Productores de Leche (MNPL) de Argentina, citado por medios de aquel país.
También acá
Y en el centro del país la situación no es alentadora. Conaprole bajó este martes 9 de junio el precio de la leche a los tamberos que le remiten, en un porcentaje del 5%.
Las culpas se transfieren al mercado internacional, y la Cooperativa Nacional de Productores de Leche cumple con los mercados.
Cada tambero recibe $ 8,60 por litro, actualizado a junio 2015. Menos lluvia, menos agua, menos leche, menor producción.
La situación es comprometida, y las cuentas en rojo son parte de la cotidianeidad de las empresas que hace un par de años sonreían en abundancia.
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