Los productores dejaron de remitir leche a la empresa Ecolat (Parmalat), que a partir de este lunes paralizó sus actividades. Ahora, la Federación Láctea del Uruguay definirá los pasos a seguir de los trabajadores.
Heber Figuerola, dirigente de la Federación Láctea del Uruguay, dijo que este domingo se remitieron los últimos litros de leche a la planta de Ecolat y que a partir de este lunes la planta está paralizada. Previo se coordinó el envío de leche de los productores que abastecían a Ecolat a otras empresas.
Figuerola dijo que los trabajadores se enteraron del cierre de la empresa a través de notas de prensa. Al igual que el gobierno, argumentan que no tuvieron comunicación oficial de los empresarios.
La mesa de trabajadores de la industria láctea definirá los pasos siguientes luego del cese de actividades. «Vamos a elaborar una estrategia que implique buscar alternativas para las 400 familias que quedan en la calle, con el impacto que esto tiene en Nueva Helvecia y en parte de Montevideo, que pueden ser de reinserción o de autogestión», expresó.
Figuerola dijo que la autogestión depende también de la voluntad de los productores de remitirle leche a los trabajadores.
La empresa argumentó como razón del cierre que consideraba «quebrados el principio de confianza y la relación con los trabajadores». Al respecto, Figuerola dijo que el cierre de la empresa se anunció hace un año y que se expulsaron seis gerentes en ese tiempo. «Hay una irregularidad y una mala gestión brutal. Obviamente, se estableció un ámbito de discusión dentro de lo que es la negociación colectiva y se dieron alternativas por parte de los trabajadores y del ministerio. La empresa solo entendía que debía echar a 325 trabajadores, que ellos llaman ‘posiciones’ a los empleados», explicó. «La empresa Gloria no está acostumbrada a negociar seriamente, sino que frente a las decisiones unilaterales que plantea la dirección se quedan sin alternativas. Desde 2012 se plantea una reestructura feroz, que pretende desconocer las leyes de nuestro país», agregó.
Figuerola dijo que «el clima durante este tiempo fue tenso». «Son más de 400 familias que están en la calle de buenas a primera y, en el medio de una negociación con todos los organismos al más alto nivel, los tipos agarran sus petates y se van ¡Por favor! Es grave», afirmó.
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