Para el director de la CooperativaNacionalde Productores de Leche (Conaprole), Miguel Bidegain, hay varios hechos del episodio de contaminación con la bacteria del botulismo de la principal exportadora de lácteos del mundo (Fonterra) que “no cierran”. Bidegain dijo a IT Lechería que “es un evento muy extraño que generó mucha incertidumbre y que hasta ahora es difícil de comprender”.
Enumeró los hechos que a su entender personal no están claros. En primer lugar, se cuestionó cómo un producto que fue elaborado en mayo de 2012 y fue enviado a muchos países solamente afectó 38 toneladas y fue recuperado en tres días. Luego, porque fue la propia empresa a más de un año de la elaboración de los productos la que admitió el caso de contaminación de botulismo. Además, no surgió ningún caso de personas afectadas por el consumo de estos productos.
Para el directivo es probable que “detrás” de este episodio pueda existir una “estrategia” de Fonterra contra sus competidores de fórmulas infantiles o algo por el estilo. “Seguramente en los próximos meses vamos a tener más elementos para sacar más conclusiones”, culminó.
Controles sanitarios de la cooperativa funcionan a la perfección
La alarma y sensibilidad mundial que generó el caso de contaminación de Fonterra llevó a que Conaprole realizara una puesta a punto con sus técnicos sobre los mecanismos de prevención y seguridad de las principal exportadora lácteas del país. Según informó Bidegain a IT Lechería, los equipos técnicos de Conaprole realizaron una presentación con los pasos del proceso térmico que sigue la empresa y se llegó a la conclusión de que no hay porqué tomar medida adicionales para evitar un hipotético caso de botulismo. “Los controles y análisis son los correctos”, aseguró Bidegain, quien precisó que si bien la empresa aún no elabora fórmulas lácteas infantiles, es un negocio que deberá transitar en un futuro no muy lejano.
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