#Uruguay: Costos condicionan el agro negocio

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Los altos costos que enfrenta la agropecuaria en Uruguay, sumado a la falta de calificación humana como consecuencia de las carencias que existen en la educación, son el principal problema que sufre el sector.
Esas fueron las conclusiones de la conferencia «Competitividad: el agro negocio en los tiempos que vienen», organizada por ARU con auspicio de El País en el marco de la Expo Prado.
«Cada año pasamos a ser menos competidores. Hoy nos encontramos en el lugar 85 a nivel mundial, lo que es una baja muy importante. Estamos en mitad de la tabla para abajo y eso es preocupante», afirmó el productor Alberto Gramont, uno de los expositores.
Una de las muestras de los problemas de competitividad existentes, indicó el panelista, es el hecho que importantes empresas agrícolas se han retirado, parcial o totalmente del país, debido a que otras Naciones le ofrecen costos menores. «A esto hay que sumar que no se ve que aparezcan nuevos grupos (de empresas agropecuarias). Quienes llegan vienen de forma aislada por un año o dos, cuando no deberían arrendarse campos por menos de tres, para hacer una rotación correcta», agregó Gramont.
El presidente de Central Lanera Uruguaya, Eduardo Pietra, afirmó que una de las principales formas de competir frente a los rivales comerciales de Uruguay, es aumentar la escala y reducir los costos. «Se debe buscar una mejora en la rentabilidad». A nivel de ovinos, consideró, «la relación costos-dinero que recibe el productor no es buena. Los costos pesan mucho, sobre todo en casos específicos como los fletes, donde transportar una mercadería desde Salto a Montevideo es más caro que llevar la misma materia prima de Montevideo a Shangai».
Marcelo Secco, gerente en Uruguay de la firma Marfrig, afirmó que otro de los factores que incide negativamente en la competitividad para Uruguay es la diferencia cambiara que existe con Brasil.
Para el analista Pablo Carrasco, otro de los factores que ha reducido la competitividad del país, pasa por decisiones políticas como la negativa a firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, lo cual, de haberse concretado, disminuiría barreras arancelarias existentes.
Gramont, un auténtico pionero de la agropecuaria nacional, que entre otras cosas fue quien introdujo el sistema de feed lot en Uruguay, y uno de los primeros en producir soja en el país, también sostuvo que el crecimiento del gasto público, y la falta de inversión están jugando en contra.
El empresario afirmó que el gasto del Estado se multiplicó en un 500% desde el 2004. «Para este año se votaron US$ 15.000 millones, con infraestructura casi cero. Las carreteras de empiezan a arreglar algo ahora, al tiempo que la parte de vías y trenes no ha funcionado nada».
Con su reconocido estilo frontal dijo que la comparación que suele hacerse con Nueva Zelanda, en relación hacia dónde debe apuntar Uruguay en su modelo agropecuario, debería reverse en lo que hace al peso del Estado. «En ese país, por ejemplo, el Ministerio de Obras Públicas tiene solo nueve funcionarios los cuales fiscalizan todo, ya que las obras se hacen casi todas por llamado a licitación», dijo Gramont.
Educación.
Los problemas educativos y de recursos humanos son otros de los grandes inconvenientes que se experimenta en el sector en la actualidad, pero sobre todo a futuro, indicaron los panelistas.
«Hay casos de escuelas públicas, con maestras conocidas, que poseen sobre un total de 31 alumnos, 11 que son muy aplicados y 20 que no hacen absolutamente nada. Estos últimos no tienen motivación para estudiar ya que sus padres reciben el Plan Mides y no hacen nada». Entonces se preguntó: ¿esa es la juventud que estamos criando hoy? ¿Qué puede ocurrir en cuatro o cinco años?
Gramont aseguró que «no estoy en contra del Plan Mides, pero debe ser bien fiscalizado. No es posible que quien se ocupe de ello lo único que haga sea pedir dinero (en el presupuesto) y dar 30.000 planes y nada más. Y ni pensar que (el gobierno) esté comprando votos… qué esperanza!!!», ironizó.
Pietra también coincidió en los peligros que existen en cuanto a este tema. «Otro riesgo es que podría haber serios problemas en los recursos humanos en todos los niveles. Nos preocupa mucho el tema educación en Uruguay, sobre todo en el mediano y largo plazo, ya que en definitiva la gente es la que termina haciendo la diferencia», expresó.
Perspectivas.
Más allá de estos problemas mencionados, los distintos expositores coincidieron en que hay un buen panorama para las materias primas producidas en Uruguay.
En agricultura Gramont sostuvo que se puede llegar a los dos millones de hectáreas de suelos de buena calidad y que se podría alternar la mitad del tiempo con pasturas en otros dos millones de hectáreas de menor fertilidad.
La ganadería es, según Carrasco, la práctica agropecuaria de importancia que tiene más espacio para crecer, ya que su nivel de intensificación ha sido menor al de otras como la lechería o los cultivos. «Somos el único rubro que puede crecer un 80% en las próximas décadas», estimó. El actual precio de la tierra, dijo Carrasco, «obliga a obtener una mayor producción por superficie. Cuando la hectárea estaba barata no valía la pena hacerlo, pero ahora todo cambió y hay que adaptarse», sostuvo el consultor.
La leche.
El presidente de Conaprole, Álvaro Ambrois, también expositor en la charla, dio cuenta que el hecho de que los lácteos uruguayos sean considerados a nivel internacional como un producto de primera calidad facilita su acceso a los diferentes mercados.
«Hoy China es nuestro principal objetivo y un país en donde estamos creciendo mucho. El problema es que estamos en desventaja con nuestro principal competidor, que es Nueva Zelanda, en temas arancelarios frente al gigante asiático. Mientras ellos pagan 5%, que pasaría a 0% en los próximos años, nosotros abonamos 10%», sostuvo.
La gran adaptación que tiene la cadena láctea nacional al volátil mercado mundial es otra de las fortalezas. «En el 2008 se pasó de precios históricos a un derrumbe en los mismos, y sólo un año después se establecían récords de remisión», recordó.
El titular de la mayor empresa exportadora de Uruguay también dio cuenta que, al igual que en las demás materias primas, la demanda de los países emergentes supera la oferta de los productores, lo cual augura un muy buen futuro para los commodities, como lácteos.
La oveja.
En el rubro ovino las perspectivas también son buenas. «Antes pensábamos que Brasil y Europa serían los principales demandantes de carne, pero la aparición de China, que está realizando importantes compras de este tipo, ha representado un cambio muy positivo», sostuvo Marcelo Secco.
A nivel de lanas Pietra afirmó que el aumento en la demanda de los países emergentes, más allá de la crisis que vive Europa, ha impactado muy positivamente. «La calidad de lo que exportamos nos posiciona de gran forma».
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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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