Debido a la falta de confianza en las marcas chinas de leche para bebés, venden las marcas holandesas en China al doble de su valor
Luego de la tragedia de la leche con melamina en China hace unos años, los consumidores no confían en las marcas chinas de leche de fórmula. Los que pueden pagarlas, prefieren comprar marcas extranjeras de leche en polvo por Internet, lo que hizo surgir una oportunidad de negocios para los chinos que viven en el extranjero: exportar leche de fórmula para bebés hacia China.
Desde 2012, mujeres chinas han ido a supermercados y farmacias de Holanda para llenar sus carritos con reconocidas marcas holandesas de leche en polvo.
Frisco, el fabricante holandés de alimentos para bebé, no está nada contento con esta oleada de nuevos clientes. Friso teme que la sed insaciable del mercado chino sobrepase su capacidad de producir leche en polvo, dejando sin leche a los bebés holandeses.
“Lo que más vemos son chinos comprando grandes cantidades de nuestros productos, llevándolos en su equipaje [en un avión] o enviándolos a China”, dijo Jasper Aansorgh, gerente de ventas en Hero, propietario de la marca Friso.
En un comunicado de prensa de hace tres semanas, Friso llegó a llamarlos “saqueadores” y pidió a supermercados y farmacias holandeses que limitaran la venta a entre dos y cuatro unidades por cliente.
La mayoría de farmacias y supermercados colocaron una nota en sus estantes de fórmula infantil, afirmando que: “Para todas las fórmulas infantiles Nutricia y Friso: máximo 4 unidades por persona. Lamentablemente, estamos obligados a tomar estas medidas debido a una escasez en el mercado holandés. La razón es el rápido aumento de la exportación de leche infantil a China”.
Pero si a los compradores chinos no les importan las miradas de desaprobación de los clientes holandeses y de los empleados de la tienda, todavía pueden recoger una buena cantidad de leche en polvo cada día. Una típica ciudad holandesa tendrá al menos seis lugares de venta de leche infantil a corta distancia en su zona comercial.
Después de comprar lo que pueden, lo obtenido en el día normalmente es amontonado en la casa, el garaje o el sótano, desde donde las latas y cartones viajarán hacia el vasto continente de China por correo aéreo, en su mayoría vendidas a través de Taobao Marketplace, un sitio web en chino para hacer compras por Internet, similar a eBay.
En Taobao, estos productos se venden a por lo menos el doble del precio de Holanda. Algunas tiendas Taobao venden más de 6.000 latas o cartones de Friso por mes, pero el promedio de tiendas Taobao vende mucho menos, ya que ellos también deben ganarse la confianza de los clientes. La mayoría comienza vendiendo a amigos y familiares en China y desde allí construyen su reputación.
Unos meses atrás, cuando no había restricciones en la compra de leche en polvo infantil en Holanda, los chinos publicaban fotos y grabaciones de vídeo donde se los veía comprando la leche en polvo infantil en una tienda holandesa, para probar su autenticidad a los compradores chinos.
Muchos de los chinos en el negocio de la fórmula infantil han inmigrado a Holanda en los últimos diez años. Generalmente no hablan bien el holandés y se ven obligados a tomar trabajos manuales, como limpieza o en restaurantes, para ganar más dinero. Sus diplomas chinos suelen no ser reconocidos en Holanda. Para la mayoría, exportar leche en polvo infantil holandesa sólo les trae algo de dinero al bolsillo, con ganancias de entre 100 y 900 euros por mes. A otros les provee un ingreso completo de alrededor de 1.500 euros mensuales.
Muchos no piensan en la tragedia –seis bebés han muerto e incontables han sido envenenados– que hay detrás de esta oportunidad de dinero. Otros lo consideran como un negocio y una obra de caridad, ya que les proveen a los padres chinos de una alternativa ante la leche en polvo china que puede estar contaminada.
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