La empresa de genética ABS Global en Estados Unidos acaba de lanzar un producto que mejorará la productividad y el bolsillo de los establecimientos tamberos. Sabido es que el tambo, de las explotaciones ganaderas, es la que marcha indiscutidamente en la punta en términos de tecnología reproductiva (inseminación total, semen sexado) y por lo tanto estará en condiciones óptimas de adoptar este producto, denominado ABS Dairy in Focus, que forma parte del ABS Genetic Management System (GMS).
El programa está diseñado para mejorar la calidad de las vaquillonas de reposición del tambo a partir de que, de acuerdo a los costos de producción norteamericanos, producir una vaquillona de reposición es más caro que comprarla. Esta realidad económica es la base de la idea. Entonces no tiene sentido económico reponer con vaquillonas que no sean hijas de las mejores vacas. ¿Y el resto entonces? El programa propone usar toros carniceros probados en las vacas de menor productividad lechera, cuyos terneros permiten mejorar el cash flow del tambo –los terneros hijos de esta cruza se venden a un precio de “prima”– mientras la reposición sobre las mejores vacas permite asegurar mayor productividad hacia el futuro. Naturalmente se brinda asistencia técnica al productor para poder elegir adecuadamente los toros del programa, que en general están muy bien clasificados en función de sus atributos: los de facilidad de parto, los de performance (peso al destete/peso al año) los de buena carcasa (marmoleado, área de ojo de bife) y los de aptitud maternal, entre otros.
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