Miembros de la subcomisión de Política Agrícola de la Cámara de Diputados se reunirán la próxima semana con la ministra de Agricultura, Kátia Abreu, buscando frenar el ingreso de lácteos para beneficiar a los productores brasileños.
No es la primera vez que Brasil busca adoptar una medida similar y esta vez es impulsada por el diputado federal Alceu Moreira (Rio Grande do Sul). Según datos de la secretaría de Comercio Exterior de Brasil (Secex), en el primer semestre del año en curso, las importaciones de lácteos crecerán 37,6% y abarcarán 65.900 toneladas, mientras que las exportaciones brasileñas de esos productos muestran una caída de 36,7%, insumiendo 27.300 toneladas, por lo que se genera un saldo negativo en la balanza comercial. La facturación del sector lechero por concepto de exportaciones durante el primer semestre sumó US$ 105,8 millones cuando las importaciones totalizaron US$ 216,5 millones.
Según los números oficiales de Brasil, el déficit en la balanza comercial creció 181% y pasó a US$ 34,4 millones en los primeros seis meses de 2014 cuando en igual período del año en curso fue de US$ 110,7 millones. El principal mercado para las exportaciones brasileñas de lácteos es Venezuela. Según Secex, los negocios en el primer semestre cayeron 35,1% respecto a igual período del año pasado; medidos en volumen bajaron 11.100 toneladas.
El segundo mayor comprador es Arabia Saudita que importó 3.200 toneladas; sus compras muestran un aumento de 20,4% y facturó 7,3% millones. Brasil busca crecer en la producción de lácteos.
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