En Durazno, el senador Ernesto Agazzi dejó sentado sus reparos con respecto al megatambo que se levanta en la 2.ª sección. También opinó sobre la posible radicación de Aratirí en el centro del país y sobre los problemas que vive la industria cárnica.
El otrora ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca fue escéptico y se limitó a decir que al megatambo lo mira… “No tengo ninguna expectativa en Uruguay, quiero mirar con lupa las cosas mega. Le tengo más confianza a los tamberos uruguayos que manejan 100 o 120 hectáreas, con un centenar de vacas, que tienen la biotecnología compleja de plantar la pradera, atender el parto, los terneros; donde trabaja la familia. Es algo que tiene más que ver con nuestra idiosincrasia que estos megaemprendimientos que, me parece, son un poco para llamar la atención. No obstante son emprendimientos que después habrá que mirarlos con los números”, precisó el legislador de la 609.
Los frigoríficos
Respecto a la problemática que viven algunas empresas frigoríficas que tuvieron que enviar personal al seguro de paro, Agazzi dio a entender que no van a perder su trabajo. “Sucede que la industria frigorífica tiene sus características; todos los sectores que andan muy bien atraen inversiones. Después las inversiones que se hacen en función de la rentabilidad futura normalmente se exceden un poco. Siempre hay que tener un poco más de inversión que la necesaria, cuando se trabaja a régimen”.
Sostiene que hoy en el país hay más industria frigorífica que ganado para faena. “Ha mejorado la tecnología, hay reserva forrajera por todos lados. Los problemas no son con los mercados mundiales ni con los precios, que han seguido aumentando; son de la industria, por la capacidad instalada que tienen. Entiendo las necesidades de los trabajadores, tengo la esperanza de que esto se resuelva a corto plazo”.
“Espero que Aratirí ajuste sus cuentas”
Al referirse a la ley de megaminería y la posible instalación de Aratirí, Agazzi recordó que la primera etapa incluyó acuerdos nacionales. “El Gobierno llamó a todos los partidos políticos, se conformó una comisión de megaminería con representación de todos los partidos, firmándose un documento de cómo debía ser la ley uruguaya. Así nació la ley, quienes integraron la comisión y después no votaron la ley fueron incoherentes. Dijeron lo que pensaban, con un tratamiento especial para los grandes emprendimientos, incluyendo depósitos de garantía y un cierre de la mina a medida que se va explotando”.
Respecto a la aplicación del Proyecto Aratirí, el senador del Espacio 609 manifestó que la empresa tuvo dificultades financieras. “Atiende a lo sucedido en el mundo capitalista, de donde ellos sacan los fondos de inversión. Enlentenció lo proyectado, lleva invertido entre 120 y 150 millones de dólares producto de la prospección, estudios geológicos y medida de la calidad del hierro”, sostuvo.
Admitió que el proyecto presentado por la empresa tuvo observaciones por parte de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama). “Hoy busca dar respuesta a las mismas. La empresa no está muy apurada porque necesita cantidades importantes de dinero que no están llegando”, precisó.
Otro tiempos…
Agazzi reconoció que el gobierno manejaba otros tiempos. “Entendíamos que la empresa iba a cumplir con todas las obligaciones y comenzaría a explotar. Sin embargo, la empresa dijo: ‘por ahora no estoy en condiciones, quiero mantener los empleados, los voy a rotar. Es gente que se especializó, muchos de ellos pasaron de ser peones de estancia a especialistas en magnetómetro y llevar muestras al laboratorio’. Aratirí ha ido cumpliendo con las exigencias de la Dinama, no con todas. Ha cambiado el proyecto porque originalmente el hierro se iba a llevar en camiones y después apareció esto del mineroducto, tecnología nueva para el Uruguay. Son cosas dinámicads; esperamos que la empresa ajuste sus cuentas, que cumpla con sus obligaciones y pueda empezar a trabajar”, añadió.
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