Este año para la lechería en general se puede presentar algo complicado, si bien los pecios internacionales son buenos, en la parte interna hay que afinar muy bien el lápiz porque los costos de producción son muy altos y se debería pensar muy bien las inversiones a largo plazo que se quisieran hacer.
Los gastos en energía son elevados y sean de Ute, fertilizantes y combustibles tienen una incidencia muy importante en el sector y si a esto le sumamos las cargas impositivas y la mano de obra, además entre el 60 y el 70 % del dinero que ingresa al tambo se lo lleva la comida de los animales entonces pasas raya y los números asustan.
De ahí la necesidad de que su producción mejore, obteniendo más sólidos por litros de leche. No hay que olvidarse que el 90 % de lo que se saca de un tambo es agua y el porcentaje de sólidos es lo que hace la diferencia ya que la industria lo premia con un 10 % más.
El tema mano de obra -como en tantos otros rubros- es también preocupante en la lechería, muchos posibles empleados ponen a la distancia como un obstáculo a la hora de ir a trabajar pese a que se le brindan todas las comodidades y salarios por demás dignos.
Con una juventud que le da duro al porro y a la cerveza y que no muestra muchos signos de responsabilidad a la hora de enfrentar un trabajo hoy la situación de la mano de obra es por demás compleja.
Fuente: Portal Lechero