La responsable del sector primario gallego aborda con ABC los grandes retos en la lucha contra la sequía, fuegos y furtivismo y su respaldo al sector lácteo o la acuicultura
Quintana entró en la Xunta en 2009 con la Consellería de Mar. Ahora, compagina esta cartera con Medio Rural, haciéndose cargo así del sector primario de Galicia, un sector que la conselleira pretende que «esté en un nivel puntero no solo a nivel español sino en toda Europa», puesto que, para ella, el rural es una «fuente de generación de riqueza, económicamente rentable y el mejor sitio para vivir».Antes de su baja temporal por cuestiones personales, abordó con ABC los grandes retos de su departamento. Se muestra especialmente dura con los pirómanos, a raíz de la última ola de fuegos.
— Acaba de poner en marcha un Plan de Acuicultura que permite agilizar la tramitación y garantizar la seguridad jurídica. Pero, ¿se les exigirá a las viejas piscifactorías contar con los nuevos requisitos?
— Las empresas, cuando se instalaron, cumplían con todos los requisitos que en ese momento eran obligatorios, por tanto, no se van a exigir nuevas medidas. Es cierto que ahora ponemos a su disposición una guía de integración paisajística, en la que exponemos algunos elementos que se podrían incorporar a estas plantas, que incluso podrían ser rentables para ellas, pero es voluntario. Es una guía; ninguna norma se puede aplicar con carácter retroactivo.
— Con este plan se retoma una actividad que estaba parada desde la etapa del bipartito. ¿Cómo repercutió este parón en la acuicultura?
— Es difícil hacer una valoración cuantitativa, pero a mí me preocupa más hacer una valoración cualitativa, es decir, pensar que desde el año 2005 no hubo posibilidades de desarrollar ningún proyecto de acuicultura en un momento de bonanza económica y en un momento en donde los fondos de la UE permitían a las grandes empresas desarrollar la acuicultura, lo que supuso una pérdida de capacidad de investigación, de desarrollo y de innovación. Ahora, le acabamos de proponer a la UE que en el nuevo fondo de financiación de las políticas pesqueras y acuícolas se tenga en cuenta la necesidad de que las grandes empresas puedan acudir a fondos comunitarios. Si queremos apostar por el I+D+i, solo éstas tienen capacidad inversora potente.
Críticas a la oposición
— Y que «no haya barra libre», como dijo recientemente…
— Exacto, porque aquí no se va a hacer lo que yo quiera, cuándo quiera y cómo quiera, sino que se hará con unas condiciones determinadas y con unas condiciones lo más respetuosas posibles para el paisaje y el medio ambiente. También quiero decir que nunca estuvo prohibido desarrollar la acuicultura en las zonas 3 y 4. Buena prueba de ello es la planta que se iba a hacer en Touriñán y que finalmente se acabó haciendo en Mira (Portugal), que está en una zona Red Natura. Es un poco chocante que a la oposición siempre le preocupe Touriñán cuando el propio plan del bipartito contemplaba hacer una planta en Seiruga, que está también en una zona catalogada de protección Red Natura. No me parece lícito jugar con alarmar a la gente. Galicia tiene un paisaje natural extraordinario y nos toca cuidar nuestro entorno, pero también aprovecharlo para llevar a cabo un desarrollo económico sostenible, pero no a cualquier precio, reitero.
— Esta semana, los mariscadores de la Ría del Burgo reclamaban pagos a la Xunta de noviembre y diciembre. ¿Tiene constancia de esta ausencia?
— Cuando en julio me reuní con el sector, ya les anticipé que ya llevábamos consumidos 60 millones de euros en celebrar convenios para la regeneración de las zonas D desde 2007 y que no se veía que mejorara la zona de trabajo. Por tanto, les propuse que teníamos que pensar en soluciones que permitieran al sector trabajar en lo que son mariscadores que tienen que recoger su producto, depurarlo y comercializarlo. Una vez que se encontró esta solución, yo pedí al sector que empezáramos a trabajar en él. Como pedían que fuera un aterrizaje suave, me comprometí a buscar el dinero que faltaba de esos meses pero también les aclaré que no podía comprometer el momento en el que iba a hacer los pagos, porque era algo que no estaba previsto y que, por tanto, supone un retraso administrativo. Es decir, eran conscientes del retraso.
— Justo esta ría, una de las más amenazadas por el furtivismo en estos últimos años…
— Cuando la crisis económica es tan fuerte es normal que la gente tienda a mirar el mar como una fuente a la que ir a buscar ingresos. Pero esto se agrava cuando hay poca actividad de los profesionales en una zona. Nosotros estamos intentando mejorar la coordinación de los guardacostas con los guardapescas y para ello ya contamos con una unidad de 22 policías autonómicos y estamos intentando firmar un convenio de colaboración con la Guardia Civil del mar. Aún así, tenemos un problema grave que estoy intentando solucionar desde que llegué aquí, y es intentar que el furtivo reincidente pueda ser considerado como un delincuente, es decir, que se refleje esta figura en el Código Penal. De momento, el furtivismo es tan solo falta administrativa; esto hace que los furtivos bajen todos los días, desanimando a los profesionales que tienen que estar día tras día viendo las mismas caras.
— Y del furtivismo, a la sequía, uno de los problemas de este invierno.
— Sí, un tema no solo de Medio Rural, sino de toda la Xunta, del Estado y también me gustaría que fuera un tema de la sociedad. Me parece absurdo, después de los problemas económicos que estamos viviendo, gastar cada año en torno a 30 ó 40 millones de euros en apagar fuegos. Lo que se tiene que intentar es que esos millones se dediquen a subvencionar proyectos productivos que generen riqueza. Le pido a la sociedad que tenga tolerancia cero con los señores que prenden fuego en los montes, porque son unos criminales más, unos delincuentes. Estamos intentando mover el expediente para endurecer las penas en el Código Penal. Son 77 las parroquias que año tras año registran los incendios, sobre todo en 4 concellos, por lo que todo apunta a que no es solo consecuencia de la sequía, sino que hay algo más. Hoy, la situación no es preocupante, lo sería si llegamos a abril-mayo con esta sequía, pero no vamos a ser pesimistas porque el abastecimiento de agua está garantizado.
El «nuevo» rural
— Hablemos del anuncio del informe de actividades Ternera Gallega, que experimentó un crecimiento del 11,6 % en su volumen de negocio. ¿A veces hace falta una denominación de calidad u origen para el reconocimiento del producto
— Uno de los mayores problemas que tenemos en Galicia precisamente en todos los sectores primarios es la falta de organización, que en muchos casos se consigue a través de las denominaciones de calidad u origen. En el caso de Ternera Gallega no fue solo un índice el que experimentó crecimiento, sino que todos los que se pudieron evaluar, anotaron esa subida, fundamentalmente por todo ese trabajo de aglutinar al sector ganadero con la industria de transformación y distribución.
— Organización también que se pondrá en marcha en el sector lácteo después de que Bruselas diera luz verde a los contratos homologados.
— Claro, tiene que ir por este camino. Estamos en el siglo XXI y realmente es necesario que se organicen todos los productores y que trabajen en un mundo normal, en el que en una relación entre un comprador y un vendedor siempre debe de existir un contrato. En la Xunta, este trabajo ya lo teníamos hecho, pues publicamos el decreto antes de que se aprobara el regulamento comunitario, para darle tiempo a la gente a que se fuera organizando. Me gustaría que, como mucho, en toda Galicia hubiera una sola organización. Si queremos tener un sector lácteo fuerte y potente deberíamos ser capaces de constituir en Galicia una única organización de productores, donde se sintieran todos representados y cómodos.
— ¿Y no llegamos un poco tarde con respecto a otros países europeos?
— Creo que nunca es tarde. Estamos en un momento donde se está trabajando en la reforma de la PAC, de la PPC y ahí se nos abre un abanico de posibilidades importante y por eso creo que no es tarde si realmente queremos apostar por desarrollar este sector. Necesitamos a una juventud formada que apueste también por el campo. La sabia joven es la que tiene que dar ese impulso al rural, quitarnos el minifundio de la cabeza y trabajar en conjunto, sobre todo teniendo en cuenta la inversión en tecnología que la Xunta está poniendo al servicio del campo. Si miramos para otros países, hay mucha gente trabajando en el campo y ganando mucho, pero claro, la cuestión está en cambiar la mentalidad de cómo se trabajaba antes a cómo se puede trabajar a día de hoy y de potenciar la imagen de nuestros productos.
— A través de estos contratos homologados, ¿se podría fijar un precio mínimo para la leche igualando los precios gallegos a los del resto de España, siempre superiores?
— No es entendible que se pueda comercializar la leche en las cadenas de distribución a un precio más bajo del que cuesta producirlo. Por eso resalto la necesidad de organizarse y de que el propio productor sepa valorizar bien su producto y ponerle precio. En Galicia sí que es cierto que experimentamos un precio más barato que el del resto de España y este es uno de los retos que tenemos que superar. Queremos que haya un Observatorio de Precios donde se marquen unos criterios de referencia para movernos en márgenes regulados, pero el precio de la leche sube y baja según el mercado, como la bolsa.
— ¿Cuándo empezarán a ponerse en marcha estos contratos?
— Las organizaciones de productores están todavía en proceso de construcción, un proceso que yo entiendo que es lento, pero deberían darse la mayor prisa posible. Faltan unos meses.
— Hablamos de un sector que usted aceptó cuando el presidente le encomendó la cartera de Medio Rural, que compagina con Mar. ¿Qué supuso trabajar con una cartera en la que no tenía mucha experiencia?
— Para mí fue mucha responsabilidad y también agradezco al presidente el voto de confianza que me dio. Es cierto que mi vida profesional la tengo dedicada a trabajar en un sector primario como es el de la pesca pero indudablemente, mi formación en el campo de la Biología también me ha permitido estudiar todas las ramas que tienen que ver con los sectores primarios en Galicia. Las sinergias que se pueden buscar entre estos dos sectores tan importantes para Galicia es necesario conjugarlas, porque, para mí, el sector primario gallego debe ser la punta de lanza donde arranque un desarrollo económico.
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