Para producir más carne y leche en época de sequía la clave está en la alimentación del animal. Especialistas explican en qué consiste el menú especial
Tras haber enfrentado en el 2014 los estragos del fenómeno de El Niño que puso en riesgo la vida de miles de reses, el sector ganadero dice haber aprendido la lección. Ante la posibilidad de que este fenómeno que provoca sequía aparezca este año, los ganaderos dicen estar mejor preparados para garantizar la alimentación de sus animales.
Pero ¿cuál es el menú que debe alistar para afrontar la época de cuando el alimento del hato escasee? En palabras de Carlos Álvarez Téllez, responsable de salud animal de la distribuidora Escalante Sánchez SA, (Escasan), la alimentación de verano incluye tres componentes básicos que se mezclan para formar la ración: el alimento que es el pasto o forraje; los suplementos que complementan y que pueden ser a base de levaduras o minerales; el tercero y más importante es el agua, que juega un papel fundamental.
Los suplementos mejoran el proceso de rumiar de las reses, para que el poco pasto que encuentran pueda ser digerido y absorbido de mejor manera. Además, aportan los minerales que el animal requiere. Mientras que las levaduras crean el ambiente propicio para que las bacterias se desarrollen para procesar adecuadamente el pasto y estimulan el sistema inmunológico para contrarrestar las enfermedades.
Álvarez calcula que una correcta suplementación durante la época seca garantiza la salud del hato y niveles de productividad hasta treinta por ciento por encima del promedio nacional que en leche anda por 3.5 litros por vaca al día. Mientras que en el ganado de engorde permite mantener el ritmo de ganancia de peso.
ELEVA LA PRODUCTIVIDAD
Cuando el ganado no sale al potrero lo ideal es dar entre tres y cuatro raciones de suplementos por día y cuando se maneja en semipastoreo se le da una sola ración, ya que el ganado suple el resto de sus necesidades con lo que encuentra en el potrero.
EXPERIENCIA EXITOSA
Este método alimenticio permitió que los 132 socios y más de novecientos proveedores de la Cooperativa Masiguito de Camoapa, Boaco, incrementaran la productividad de sus hatos. Dependiendo de la calidad genética de sus vacas, ahora producen entre 8 y 12 litros de leche cada día, mientras que con alimentación exclusiva de pasto producían solo entre cinco y seis litros diarios.
El costo del concentrado depende de la cantidad de proteínas que tenga. Pero en promedio la inversión puede ser entre 20 y 25 córdobas diarios por animal, dinero que se repone con dos litros de la leche adicional que producirá. Además, la vaca entrará en celo más rápido y eso también es ganancia, apunta Alexander Rodríguez, gerente de la planta de concentrado El Ranchero de la cooperativa Masiguito.
EL AGUA ES FUNDAMENTAL
Además del forraje y suplementos, el animal requiere de entre 80 y 120 litros diarios de agua. Esta juega el papel más importante, porque la res que no tiene el agua suficiente y disponible en el momento en que la necesita dejará de comer y comenzará a perder peso, advierte Álvarez.
El presidente de la Federación de Asociaciones Ganadera de Nicaragua (Faganic) Salvador Castillo, reconoce que esta es una gran limitante ya que la única manera de garantizar el abastecimiento de esta es almacenándola y hacerlo requiere inversión en infraestructura, por lo que no todos los ganaderos están en capacidad de cosechar agua.
En caso de los grandes ganaderos la mayoría aprovechó el invierno para crear la infraestructura para capturar y represar agua. Nos estamos preparando para enfrentar la situación del cambio climático y aunque las condiciones sean similares a la del año pasado, para que la situación no sea tan dramática como el año pasado, dice René Blandón, presidente de la Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua (Conagan).
Pero con los pequeños y medianos ganaderos la situación es otra porque no tiene recursos. Por eso siempre hemos dicho que al pequeño y mediano que no tiene condiciones económicas hay que apoyarlo porque es fundamental invertir en la construcción de reservorios para almacenar el agua en la época de lluvia, dice Castillo.
Faganic lamenta que hasta ahora el sector no haya recibido el apoyo requerido para promover la cosecha de agua. No esperamos apoyo del Gobierno, sino que teniendo en cuenta los beneficios que genera la actividad, se deben generar condiciones más flexibles por parte de la banca para promover este tipo de inversión, señala Castillo.
MÁS DISPONIBILIDAD
La experiencia que dejó la falta de alimentos el año pasado obligó al sector a prepararse. “Fue una experiencia muy dura y hay una respuesta. Ahora hay más disponibilidad de alimento en diferentes partes del país. Hay pacas de arroz, maní y sorgo forrajero, especialmente en la zona de occidente que se caracteriza por ser de las zonas más calientes del país”, dice Salvador Castillo, presidente de la Federación de Asociaciones Ganadera de Nicaragua (Faganic).
Los buenos precios del ganado permitieron ampliar las áreas de siembra de pasto y plantas forrajeras. También se cuenta con mayor disponibilidad de melaza.
Sin embargo, la mayor limitante sigue siendo la falta de créditos al sector, que debe autofinanciar sus actividades, dice Castillo.
INSTALA PLANTA
La experiencia de la Cooperativa Masiguito de Camoapa, Boaco, en el uso de suplementos en la alimentación de sus más de treinta mil reses ha sido tan exitosa que instaló una planta con capacidad para preparar entre quinientas y seiscientas quintales diarios de concentrado a base de maíz, soya, semolina, coquito, sales minerales, vitaminas, melaza y otros componentes y planea elevar su capacidad de producción para suplir a la mayor parte de ganaderos.
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