Abrió las puertas blancas de su cochera, a su carro tonelada rojo subió a sus perros ‘chicharito’ y ‘charlie’, el primero de raza husky, el otro pastor alemán. Fausto Robles Duarte, de 68 años, se preparaba a las 09:20 horas del sábado cuatro de octubre para irse a su milpa cerca del Río Sonora en el Municipio de Ures.
Es casado y tiene un hijo de 37 años de edad. Se dedica a la ganadería y agricultura. Comentó que alrededor de 30 mil pesos fueron los daños por el forraje que cultivó en esta temporada de verano y que se perdió por falta de riego, debido a la suspensión en la operación de los pozos por la contingencia en la zona del Río Sonora.
Cuenta con 2.5 hectáreas y no ha recibido apoyo por ser agricultor, sin embargo por la ganadería se le entregaron 71 mil pesos, de parte de un fideicomiso que según él es del Gobierno del Estado. Además dijo que el apoyo lo recibió por estar afiliado al programa, un esquema de ayuda federal.
«Ese apoyo es por las vacas, falta lo de la tierra. Tengo tres hectáreas y media. Dijeron que iban a dar 10 mil pesos por cada hectárea, me van a tocar 35 mil pesos», enfatizó.
Al parecer la semana siguiente podría recibir los 35 mil pesos, y desconoce si habrá más apoyos si sigue la contingencia, comentó.
Continúa con la producción y venta de leche a siete pesos el litros y diariamente ordeña 85 litros de leche, por lo cual, sus ingresos por este producto son 595 pesos.
«Ahorita pura leche he vendido porque parece que está bien. Ordeño diez vacas y sacó 85 litros, a siete pesos el litro lo entrego», dijo.
Según Robles Duarte, representantes de Grupo México y de Salubridad, pero que desconoce de qué nivel de gobierno pertenecen, les informaron que podrían continuar con la venta de dicho lácteo.
Al principio de la contingencia se tenía la duda de que las vacas pudieran haber consumidor agua contaminada del Río Sonora, pero que después avisaron que la leche no estaba contaminada en base a estudios que le realizaron a ese alimento.
«Dijeron (Grupo México y Salubridad) me parece que no hay contaminación, pero tememos, dijeron los de Grupo México, de salubridad, tememos que vaya jalar las bombas el agua y haya problemas, y pues ya dijeron ellos pues pueden usar, no hay contaminación en la leche», señaló.
«Se le permitió a toda la gente vender leche ahora en toda la temporada de la contingencia porque se estaba tirando la leche», prosiguió.
Alrededor de 85 litros diarios desperdiciaba de leche al principio de la contingencia, detalló.
El agua que actualmente consumen las 89 vacas de su propiedad, es de un represo que tiene en su rancho con una capacidad de 200 mil litros.
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