El presidente de la Anglac, Vicente Gómez refirió que México es un país muy abierto al comercio internacional, y subrayó que los ganaderos no están en contra de eso, sin embargo, consideran que hay errores en las reglas que deben de ser solucionados para beneficio de los productores nacionales.
Vicente Gómez, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros (Anglac), destacó que el año pasado, México importó alrededor de 21 millones de pesos en productos lácteos, situación que se debe a que existe «dumping» y a que las reglas del comercio internacional no son las correctas.
En entrevista para el espacio «Fórmula Financiera» indicó que nuestro país se ubica como el más abierto en cuanto al mercado internacional de la leche, de productos terminados y al mismo tiempo, dijo, en lo que compete a la leche en crudo, es decir, antes de que sea pasteurizada, «ahí, no podemos comercializar la leche fuera de nuestra frontera los productores», situación que propicia que la industria esté en ventaja porque pueden comprar al productor nacional o fuera de nuestra frontera.
Lo antes referido, según las palabras del presidente de la Anglac, da paso a que los productores mexicanos cobren el litro de leche en seis pesos, mientras que en el mercado internacional, ronda en los ocho pesos, lo que inhibe la producción de la leche en México y por ende, los ganaderos nacionales registran pérdidas que los llevan a la quiebra.
En contraste, subrayó que en México «hemos apostado por el libre comercio, hemos hecho una apertura indiscriminada de nuestros mercados sin considerar muchas veces que con los que abrimos los mercados, ellos, sus mercados, son proteccionistas».
Anotó que en el caso de Estados Unidos, él lo que se refiere al tema de la leche, se trata de un mercado totalmente intervenido, es decir, en aquél país, los ganaderos cobran el precio promedio de venta por cada condado y para poder mover leche de una región a otra; está dividido en trece regiones federales, se requieren permisos y la leche una vez que se deshidrata, no puede ser hidratada nuevamente para la venta, contrario a lo que pasa en México, aquí el mercado es totalmente abierto y si se trae leche deshidratada, se puede volver a hidratar y vender.
En este sentido, sostuvo que en México se han abierto las fronteras sin buscar igualdad en las condiciones para los productores mexicanos.
Aclaró que los ganaderos no están en contra del libre comercio, al contrario, dijo que consideran que trae grandes beneficios para todos, pero desde su visión, el gobierno debe comprar la leche que destina para sus programas sociales a precio de indiferentes.